El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, operado de una hernia abdominal el domingo, tuvo que suspender la alimentación vía oral y comenzó a ser alimentado por medio de una sonda nasogástrica, informaron este miércoles sus médicos, sin precisar cuándo se le otorgará el alta al mandatario.
El presidente experimentó un 'movimiento intestinal lento y una distención abdominal', por lo que fue 'sometido a un pasaje de sonda nasogástrica y la introducción de alimentación parenteral (intravenosa)', precisó el reporte de los médicos, que habían anunciado el alta inicialmente para el martes.
La operación, la cuarta desde que fue apuñalado hace un año durante un acto callejero de campaña electoral, se desarrolló en el hospital Vila Nova Star de Sao Paulo (sureste) y duró unas cinco horas, un poco más de lo previsto.
Los exámenes médicos muestran que el mandatario está 'estable' y la reanudación de 'la alimentación por vía oral será evaluada diariamente y ocurrirá en el momento oportuno', agregó el boletín médico.
En su tercer día de postoperatorio, el presidente 'permanece sin dolor, sin fiebre y sin disfunciones orgánicas', añadió.
La mañana del lunes, Bolsonaro había dicho que volvería a trabajar el martes en un video colgado en su cuenta de Twitter y por la tarde publicó otra grabación en la que se lo veía caminando por un corredor del hospital, vistiendo pijama, medias de compresión y pantuflas.
En una rueda de prensa en el hospital paulista, el portavoz de Bolsonaro, el general Otávio Rego Barros, y el equipo médico responsable de la operación confirmaron la previsión de alta médica para el martes.
Rego Barros también confirmó que Bolsonaro tiene previsto viajar a la Asamblea general de la ONU en Nueva York, donde Brasil realiza tradicionalmente el primer discurso, previsto esta vez para el 24 de septiembre.
Días antes de la operación, el mandatario ultraderechista prometió que iría 'aunque sea en silla de ruedas' para hablar de la crisis generada por el alarmante número de incendios en la Amazonía.