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El escalador nepalí Nirmal Purja quiere batir un récord y alcanzar la cima de las 14 montañas con más de 8.000 metros en sólo siete meses.

'Nadie creía que pudiera hacerlo cuando lo dije por primera vez', cuenta 'Nims' a la AFP por teléfono desde el campamento de base chino en Cho Oyu (8.188 m), donde ha comenzado la tercera y última fase de su programa: 'El Proyecto Posible'.

'Estoy tan orgulloso de inspirar a generaciones de todas las edades a través de esta aventura. Eso es lo que me empuja', declara este veterano de las fuerzas especiales británicas, de 36 años.

De su lista inicial sólo quedan el Cho Oyu, el Manaslu (Nepal, 8.163 m) y el Shishapangma (China, 8.027 m). Si bien tiene previsto coronar los dos primeros antes de finales de septiembre, la última cumbre en la 'zona de la muerte' podría hacerlo superar el plazo del 23 de noviembre que se ha fijado.

En efecto, el Shishapangma está cerrado esta temporada por las autoridades chinas, que consideran que la escalada es demasiado peligrosa. Nepal y el equipo de Nirmal Purja intentan obtener una autorización excepcional, pero el resultado aún es incierto.

Casi desconocido

Desconocido hasta hace poco en el selecto mundo del montañismo, Nims abandonó recientemente las unidades Gurkhas del ejército británico tras 16 años de servicio. Su carrera comenzó en abril en el Annapurna (Nepal, 8.091 m), donde participó en el peligroso rescate de un escalador malasio -que sucumbiría a sus heridas.

Esta acción atrae la atención del público en general y le da un balón de oxígeno al obtener fondos, una preocupación constante.

Sin recuperar el aliento, sin dormir, saltando de un campamento base al siguiente en helicóptero, demostrando una resistencia excepcional sin parar en algunos campamentos intermedios, el exsoldado encadena entonces las ilustres cumbres nepalesas: Dhaulagiri (8.167 m), Kanchenjunga (8.586 m), Everest (8.848 m), Lhotse (8.516 m) y Makalu (8.485 m).

Unas semanas más tarde, Nims se enfrentó en julio a cinco '8.000 m' de Pakistán, entre ellos los temibles K2 y Nanga Parbat, en la segunda fase de su proyecto.

Mientras que la mayoría de las expediciones comerciales renuncian a la cumbre del K2 debido a condiciones consideradas demasiado riesgosas, él se lanzó de todos modos y logró abrir el camino con su equipo. En todas las cumbres me decía 'listo ya está hecho, ahora la siguiente', relata a la AFP.