Manifestantes encapuchados prendieron fuego y saquearon el sábado el edificio de la Contraloría, en el norte de Quito, en medio de violentas protestas que completan 11 días contra ajustes económicos pactados por el gobierno de Ecuador con el FMI, según observó un fotógrafo de la AFP.
La sede fue atacada con bombas incendiarias y poco después un grupo de hombres, la mayoría con la cara cubierta o con cascos, irrumpió en la sede.
La ministra de Gobierno (Interior), María Paula Romo, anunció en Twitter el desalojo de la zona, donde se registran disturbios por las medidas económicas, para 'que los equipos de rescate puedan atender el incendio y el personal que está dentro'.
Romo agregó que la Policía había detenido a '30 personas que se habían apostado en la terraza de la Contraloría' y que los agentes revisaban el resto del edificio, frente al cual manifestantes indígenas levantaron barricadas desde donde sostienen enfrentamientos con la fuerza pública.
La funcionaria acompañó sus tuits con videos en los que aparecen varias personas causando destrozos y saqueando oficinas, así como columnas de humo saliendo del edificio de la Contraloría, cercano a la sede de la Asamblea Nacional.
El lunes, cuando indígenas empezaron a llegar a Quito para protestar contra los ajustes pactados por el gobierno con el FMI, los manifestantes intentaron asaltar las sedes del Parlamento y de la Contraloría. Al siguiente día, el Legislativo fue ocupado brevemente.
Más al norte de Quito, miles de mujeres, entre ellas indígenas, marcharon el sábado en la capital en el marco de las nuevas protestas y focos de violencia contra la eliminación de subsidios y la consecuente alza de precios en hasta 123% de los combustibles.
El gobierno de Lenín Moreno enfrenta su mayor crisis debido a los ajustes económicos que impuso a cambio de préstamos por 4.200 millones de dólares que contrajo con el FMI para aliviar el pesado déficit fiscal que achaca al derroche, endeudamiento y corrupción del gobierno de su antecesor y exaliado Rafael Correa (2007-2017).