El peor estallido social desde el retorno de la democracia en Chile hace casi tres décadas se intensificó este domingo con violentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad y saqueos que dejaron al menos siete muertos y casi 1.500 detenidos.
Cinco personas murieron la tarde del domingo en el incendio de una fábrica de ropa en la comuna de Renca, en el norte de Santiago, que ardió en medio de los saqueos que se extendieron a casi todas las comunas del país, afectando especialmente a supermercados y tiendas comerciales.
'Lamentable, se han encontrado cinco cuerpos al interior de la fábrica producto de este incendio', relató a medios locales el comandante del Cuerpo de Bomberos de Santiago, Diego Velásquez. De esta forma, suman al menos siete los fallecidos en estas revueltas sociales sin precedentes desde el retorno a la democracia en Chile, en 1990.
'Tenemos cinco personas muertas y la amenaza latente de que pudieran morir más', alertó por su parte el alcalde de Renca, Claudio Castro, desbordado por los extendidos saqueos e incendios en su comuna, que se repiten en otros lugares de Santiago y regiones, obligando a los vecinos a organizarse para resguardar también sus casas.
Dos personas fueron también heridos graves a bala en un incidente con una patrulla militar de madrugada y la Fiscalía informó de 1.462 detenidos en todo Chile.
Ante la virulencia de las manifestaciones y robos al comercio, las autoridades decretaron por segundo día un toque de queda, aunque adelantaron el inicio de la medida para las 19H00 locales (22HOO GMT), en medio del 'estado de emergencia' que rige para cinco regiones del país.
'Estén en calma y estén todos en sus casas', instó al anunciar la medida el general Javier Iturriaga, jefe militar a cargo de la seguridad tras la instauración del estado de emergencia tras el inicio de las protestas el viernes.
Las protestas estallaron por el aumento del precio del pasaje del metro -medida que el gobierno luego revirtió- y eran inimaginables hasta hace solo algunos días, cuando el mismo presidente Sebastián Piñera se refería a su país como un 'oasis' de estabilidad.
En ese contexto, los tres poderes del Estado buscaron dar una señal de unidad con un encuentro este domingo entre sus máximos exponentes en el palacio presidencial de La Moneda.
'La democracia no solamente tiene el derecho, tiene la obligación de defenderse usando todos los instrumentos que entrega la propia democracia y el estado de derecho para combatir a aquellos que quieren destruirla', dijo Piñera tras la reunión.