Washington anunció este viernes que suspenderá a partir del 10 de diciembre los vuelos regulares desde Estados Unidos hacia todos los destinos en Cuba exceptuando La Habana, en el marco de una política de revertir la apertura que había iniciado el gobierno anterior y cortar el flujo de divisas.
Cuba rechazó la medida y aseguró su fracaso: 'No nos arrancarán concesiones', dijo su canciller, Bruno Rodríguez.
El Departamento de Transporte informó que la norma entrará en vigor en 45 días y afectará a nueve aeropuertos internacionales, entre ellos el de Santiago de Cuba.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, pidió en una carta al Departamento de Transporte que suspendiera la autorización para los vuelos comerciales para fortalecer las sanciones contra el gobierno de Cuba por la 'represión a su propio pueblo, además de su continuo apoyo' al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Las empresas estadounidenses American, Delta y JetBlue van a tener hasta el 10 de diciembre para terminar sus operaciones hacia ciudades cubanas.
La economía de la isla depende fuertemente del turismo y este año La Habana recortó las previsiones para la entrada de turistas en un 15% a 4,3 millones de visitantes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado el bloqueo que aplica contra la isla desde 1962, revirtiendo la apertura que hubo con su predecesor, Barack Obama, y aplicando medidas que afectan al turismo, las inversiones y el envío de combustible.
El embargo estadounidense sólo puede ser suspendido por el Congreso y supone, entre otras cosas, que los estadounidenses no puedan gastar dinero en Cuba.
Sin embargo, existen excepciones, como el turismo de cruceros, que permite las visitas enmarcadas en un objetivo educacional.
El año pasado, unos 900.000 turistas visitaron la isla en barcos de crucero y de estos un 40% eran estadounidenses, según los datos oficiales.
'Daña vínculos pueblo a pueblo'
'Al suspender los vuelos a un total de nueve aeropuertos, Estados Unidos impide que el régimen cubano tenga acceso a divisas duras de viajeros estadounidenses que se queden en estos résorts controlados por el gobierno, que visiten atracciones de propiedad del Estado', dijo el Departamento de Estado en un comunicado.
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, rechazó la medida y dijo que Estados Unidos está endureciendo 'la prohibición de viajar a sus ciudadanos' y señaló que esto 'mutila sus libertades'.
'Daña vínculos pueblo a pueblo. No nos arrancarán concesiones. Venceremos', dijo en Twitter.
Por su parte, el director de Estados Unidos de la cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, destacó que 'en su afán por castigar la rebeldía inquebrantable de Cuba', a Estados Unidos 'no le importa afectar contactos familiares' ni crear 'incomodidades injustas'.
Los vuelos chárter en los que muchos cubanos-estadounidenses viajan desde Miami a Cuba no serán afectados por este cambio.
La semana pasada, el Departamento de Comercio anunció restricciones para impedir que el gobierno de Cuba arriende aviones para sus aerolíneas estatales.
Esta medida obligó a la aerolínea estatal Cubana de Aviaciones a suspender sus vuelos a México, Venezuela y a otros destinos del Caribe