Los fuertes vientos durante la noche del martes y la madrugada del miércoles en California avivaron los dos grandes incendios que se han prolongado por casi una semana en este estado de la costa oeste de Estados Unidos.
La intensidad de los vientos, que alcanzaron su punto máximo a casi 100 km/h, disminuyeron al despuntar la mañana, pero el servicio meteorológico estadounidense (NWS) extendió el alerta roja hasta el miércoles a las 16H00 locales a la región del norte de San Francisco.
En esa zona, el incendio llamado 'Kincade' ya ha devorado más de 30.000 hectáreas de la región vinícola del condado de Sonoma.
'Los vientos pueden haber disminuido en intensidad, pero no se dejen engañar, todavía son bastante fuertes combinados con una humedad muy baja' de solo el 9% en la costa, advirtió el NWS.
Más de 4.500 bomberos seguían luchando el miércoles contra el 'Kincade', mientras que muchas escuelas en el condado de Sonoma cerraron hasta el viernes.