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Las autoridades británicas confirmaron el jueves que las 39 personas que hallaron muertas a finales de octubre cerca de Londres dentro de un camión frigorífico, un drama que conmocionó al país, procedían de Vietnam, donde las familias esperan ahora su repatriación.

Avisada por las urgencias médicas locales, alertadas a su vez por una llamada telefónica, la policía de Essex, región del sureste del Reino Unido, descubrió en la madrugada del 23 de octubre los cuerpos sin vida de los migrantes en el vehículo aparcado en un polígono industrial.

Este macabro descubrimiento mantuvo al Reino Unido en vilo durante días. En un principio, la policía dijo creer que las víctimas tenían nacionalidad china, pero después varias familias vietnamitas se presentaron para decir que temían que sus familiares estuvieran entre los muertos.

Las víctimas habían llegado dentro del remolque del camión a bordo de un barco procedente del puerto belga de Zeebruges.

El jueves terminó la identificación y se confirmó oficialmente que todos ellos, 31 hombre y 8 mujeres, son vietnamita, dijo a la AFP un portavoz policial.

Inmediatamente la embajada de Vietnam en Londres expresó su 'profunda tristeza' en un comunicado, transmitió sus condolencias a las familias y les garantizó su apoyo para devolver los cuerpos al país.

Allí, estos esperan ahora el regreso de los fallecidos.

'Ayer, el ministerio de Seguridad Pública me llamó y me dijo que mi hijo Luong se encontraba entre las víctimas', dijo a la AFP en Hanói Nguyen Dinh Gia. 'Esperamos que el cuerpo de mi hijo vuelva pronto a casa', agregó.

Varias familias de presuntas víctimas a las que entrevistó la AFP afirmaron que sus allegados, originarios de pequeños pueblos aislados del país asiático, esperaban tener una vida mejor en el Reino Unido.

Estos familiares se declararon asimismo preocupados por tener que pagar miles de dólares de las deuda contraída por sus hijos y otros parientes para viajar hacia Europa.

 El dolor de toda una comunidad

'Este no es sólo el dolor sin fin de las familias de las víctimas, sino también el dolor común de toda la comunidad, de cada vietnamita y de la gente en todo el mundo', afirmó el primer ministro de Vietnam, Nguyen Xuan Phuc, en una carta a las familias de los fallecidos.

'El gobierno vietnamita condena enérgicamente el tráfico de seres humanos, que llevan a personas al extranjero ilegalmente', afirmó el dirigente asiático.

E hizo 'un llamamiento a los países de la región y del mundo para que continúen cooperando, eliminen resueltamente este delito especialmente peligroso (...) y castiguen seriamente a los delincuentes'.

El conductor del camión, un norirlandés de 25 años, y otro hombre, procedente de la misma provincia británica, fueron detenidos en el Reino Unido e Irlanda. El primero fue acusado de homicidio involuntario, blanqueo de dinero y complot para favorecer la inmigración ilegal.

Otras tres personas fueron detenidas y liberadas bajo finanza por la policía británica, que busca a más presuntos implicados.

Once personas más fueron detenidas también en Vietnam en relación con este caso pero ninguna fue imputada formalmente.

Este drama, poco habitual en el Reino Unido, provocó gran conmoción y llamados de advertencia sobre el riesgo que los traficantes de personas hacen correr a los migrantes irregulares en Europa.

Una vez en el Reino Unido, muchos vietnamitas acaban trabajando en salones de manicura o en plantaciones de canabis para ganar un sueldo con el que pagar el servicio de los traficantes de migrantes y enviar dinero a su país.

Incluso antes de la confirmación oficial, el gobierno vietnamita anunció a principios de semana que trabajaba con las autoridades británicas en la repatriación de los cuerpos.