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Las divisiones sobre la reconstrucción de la catedral de Notre-Dame de París desembocaron en un rifirrafe, con el representante de Emmanuel Macron mandando 'cerrar el pico' al arquitecto en jefe respecto a la futura aguja del monumento.

El arquitecto Philippe Villeneuve, a cargo de la reconstrucción de la catedral gótica parcialmente destruida por un incendio en abril, ha defendido rehacer de manera idéntica la emblemática aguja de 93 metros de altura, desmarcándose de la voluntad de Macron de inscribir un 'gesto contemporáneo'.

'En cuanto al arquitecto en jefe, ya le he dicho que cierre el pico y que debemos avanzar sabiamente para elegir de forma serena la mejor opción para Notre-Dame, París y el mundo', dijo el miércoles ante la comisión de asuntos culturales del Parlamento el general Jean-Louis Georgelin, encargado por Macron de gestionar el proyecto.

Pero los términos de Georgelin, exjefe del Estado Mayor, exasperaron al ministro de Cultura, que los juzgó 'inaceptables'.

'El respeto es un valor cardenal de nuestra sociedad. En tanto que responsables públicos debemos ser ejemplares', escribió el ministro Franck Riester en Twitter.

La aguja, construida en el siglo XIX, así como el techo de madera, quedaron destruidos durante el incendio. Las obras actuales están dedicadas a consolidar la catedral, el segundo monumento histórico más visitado de Europa.

La cuestión sobre cómo se reconstruirá la aguja no será abordada oficialmente hasta 2021.

'Yo me ocupo de la restauración de lo que existe', dijo el mes pasado Villeneuve. 'El futuro es o bien yo restauro de manera idéntica y me encargo personalmente de ello o bien se hace una aguja contemporánea y será otro quien se encargue'.

Para el arquitecto, este elemento reviste una 'gran fuerza', al ser 'intemporal' e integrarse por lo tanto perfectamente en el monumento que empezó a construirse en el siglo XII.