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La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advirtió el sábado que el 'uso innecesario o desproporcionado' de la fuerza policial o militar, puede llevar a la situación en Bolivia a 'salirse de control'.

Bachelet subrayó que 14 personas han muerto en los seis días después de que el ex presidente Evo Morales se exilió en México, y lamentó que las muertes parecen resultado del 'uso innecesario o desproporcionado de la fuerza'. 

'Condeno estas muertes. Se trata de un desarrollo en extremo peligroso, pues lejos de apaciguar la violencia, es posible que la empeore', agregó.

'Realmente me preocupa que la situación en Bolivia pueda salirse de control si las autoridades no la manejan cuidadosamente, de acuerdo a las normas y estándares internacionales que rigen el uso de la fuerza, y con un respeto pleno por los derechos humanos', señaló la Alta Comisionada.

Agregó que 'el país está dividido y personas de los distintos sectores del espectro político se encuentran indignados. En una situación como esta, las acciones represivas de parte de las autoridades simplemente avivarán más esa ira, y pueden poner en peligro cualquier camino de diálogo posible'.

El comunicado del organismo indica que las declaraciones de Bachelet ocurren tras las muertes de al menos cinco manifestantes el viernes en Sacaba (Cochabamba), en Bolivia, presuntamente a consecuencia del uso de munición letal por parte de fuerzas de seguridad.

Bachelet urgió a las autoridades 'a garantizar que las fuerzas de seguridad cumplan con las normas y estándares internacionales en materia de uso de la fuerza, así como a asegurar el derecho a la vida y a la integridad física de las personas que protestan'.

'Tenemos información de que al menos 17 personas han fallecido en el contexto de las protestas, incluidas 14 solo en los últimos seis días', señaló Bachelet. 

Bachelet expresó su preocupación porque, además de las muertes y los cientos de heridos, se registraron múltiples arrestos y detenciones, entre ellas más de 600 personas detenidas desde el 21 de octubre, muchas de ellas durante los últimos días.

'Renunciar a la violencia'

La Alta Comisionada pidió datos sobre el número de personas arrestadas, heridas y fallecidas durante las protestas e instó 'a realizar investigaciones prontas, imparciales, transparentes y completas, para asegurar una rendición de cuentas total', indica el comunicado.

Además, urgió a las autoridades bolivianas a abstenerse de emplear a las fuerzas militares en operaciones de orden público, incluso durante las protestas.

'Esta situación no será resuelta por medio de la fuerza y la represión', señaló Bachelet.

'Todos los sectores tienen el derecho a hacer oír sus voces, cuestión fundamental para la democracia. Insto a todos los actores, incluyendo a los manifestantes, a que renuncien a la violencia para transitar hacia una solución pacífica a la crisis actual', concluyó Bachelet.

Morales, asilado en México desde el martes, renunció el domingo tras perder el apoyo de las fuerzas armadas, después de tres semanas de protestas por su cuestionada reelección en los comicios. 

Desde su dimisión, tras casi 14 años en el poder, sus partidarios han protestado, convencidos de que su salida se debió a un 'golpe de Estado' urdido por la oposición. 

La proclamación de la derechista Jeanine Áñez como mandataria el martes, en una sesión sin quorum reglamentario y tras la dimisión de todos los que la precedían en la línea sucesoria, indignó a seguidores de quien fue líder sindicalista cocalero en la región de Cochabamba (centro), antes de convertirse en el primer presidente indígena de Bolivia.  

Áñez, una abogada de 52 años, se comprometió a celebrar 'elecciones (presidenciales y legislativas) transparentes'.