Las fuerzas de seguridad chilenas están cometiendo 'ataques generalizados' y usando la fuerza 'de manera innecesaria y excesiva' para castigar a la población que se manifiesta en Chile, denunció este jueves Amnistía Internacional (AI).
En las conclusiones preliminares de una visita de inspección al país, la organización aseguró que 'la intención de las fuerzas de seguridad chilenas es clara: lesionar a quienes se manifiestan para desincentivar la protesta, incluso llegando al extremo de usar la tortura y violencia sexual en contra de manifestantes'.
El gobierno del presidente Sebastián Piñera, en vez de tomar medidas encaminadas a frenar la denuncias, ha 'sostenido su política de castigo', denunció Erika Guevara, directora para las Américas de AI, que logró documentar 23 casos de violaciones a los derechos humanos en todo el país.
Las protestas en Chile, que estallaron el 18 de octubre tras un aumento en la tarifa del boleto del metro, dejan hasta ahora un saldo 22 muertos, cinco de ellos a manos de las fuerzas de seguridad.
De acuerdo al Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile más de 2.300 personas han resultado lesionadas y 220 con trauma ocular severo. La Fiscalía registra, además, 1.100 denuncias por tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes, así como más de 70 delitos de carácter sexual cometidos por funcionarios públicos.
Según cifras de Carabineros, ningún funcionario de la institución ha muerto y hay alrededor de 1.600 heridos.
'No son hechos aislados o esporádicos, sino que responden a un patrón consistente en el tipo de violaciones y en el modus operandi llevado a cabo a lo largo de todo el país principalmente por parte de Carabineros', dice AI.
El organismo criticó asimismo la decisión del presidente Piñera de sacar al Ejército a las calles durante los primeros nueve días de manifestaciones, lo que a juicio de AI tuvo consecuencias 'catastróficas'.