La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, envió ayer al Congreso un proyecto de ley para convocar a elecciones generales, un mes después de los comicios del 20 de octubre que marcó el estallido de manifestaciones violentas que dejan 32 fallecidos.
'Este proyecto puede ser perfectible, quisiéramos, como gobierno, que se lo considere como un documento base para generar un consenso nacional', dijo la mandataria en una conferencia de prensa.
Este es el primer paso normativo que no garantiza que pueda ser aprobado debido a que deberá pasar trámite y prueba en la Cámara de Diputados.
El ministro de Justicia, Álvaro Coimbra, explicó luego que el deseo del poder Ejecutivo es la aprobación de la ley por parte del Parlamento a la brevedad posible, con el fin de elegir en un plazo máximo de 15 días nuevas autoridades electorales, quienes definirán posteriormente la fecha de las comicios generales.
La futura norma -aclaró- significa 'declarar nulidad de elecciones del 20 de octubre', en las que salió ganador el exmandatario Evo Morales, tras un polémico proceso de recuento de voto.
Según el titular de Justicia, el primer paso es que el Parlamento apruebe la ley para elegir a nuevas autoridades del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y nueve tribunales departamentales (TDE)..
Los nuevos ministros del TSE serán los encargados de definir la fecha de los comicios para elegir al presidente, vicepresidente y renovar la totalidad de 130 diputados y 36 senadores.
La norma, según el gobierno, es de carácter prioritario, para descomprimir la violencia social.
El excandidato derrotado por Morales en las anuladas elecciones, Carlos Mesa, quien anticipó que volverá a postularse, señaló que si el Parlamento, controlado por el partido de Morales, dilata el tema, entonces Áñez debería emitir un decreto para convocar a plebiscito.
Mesa, que respalda el gobierno provisional de Áñez, se reunió ayer con delegados de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la Iglesia católica y del Ejecutivo para lograr consenso, en un proceso que es observado de cerca también por la Unión Europea y Naciones Unidas.
La OEA aprobó ayer en Washington una resolución para pedir que Bolivia llame 'urgentemente a nuevas elecciones, instando a los boliviano al inmediato cese de la violencia' y pidiendo a las autoridades garantizar 'de manera plena e irrestricta' la protección de los derechos humanos.
Desde México, Evo Moarales insistió a los organismo internacionales a que se frenen la violencia contra indígenas que marchan y recordó que tras la interrupción del orden constitucional, el Congreso boliviano no ha cumplido con el requisito de evaluar si acepta o no su renuncia.