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En una mañana soleada de Ciudad de México, unos 25 policías se ejercitan bajo la mirada y los gritos de un instructor. La escena podría ser común en otra parte del mundo pero es extraordinaria en México, donde 75% de los adultos tienen sobrepeso u obesidad.

Los ejercicios son solo una parte de un programa al que poco más de 1.000 policías de Ciudad de México -de una fuerza total de 83.000- se sumaron para perder kilos, mejorar su salud y hacer su trabajo con mayor eficiencia.

Los uniformados reciben 1.000 pesos al mes (unos 50 dólares) como incentivo por participar en el programa, que incluye un plan de nutrición.

Durante la rutina, bañados en sudor, tienen rostros de concentración o de fatiga. Los cuerpos de algunos muestran los estragos de la epidemia de obesidad que afecta a México.

Es una forma de enfrentar 'la problemática que tenemos en el país referente a la obesidad, al sedentarismo', dice a la AFP el instructor Javier Ramírez, al hacer una pausa en la rutina de ejercicios del programa 'Policía saludable', que tiene unos tres meses en operación.

'Queremos que estén en óptimas condiciones para que puedan hacer su labor con eficiencia', dice mientras algunos de los policías detrás de él -hombres y mujeres- toman un respiro.