Los medios japoneses revelaron el lunes nuevos detalles de la fuga del exmagnate del automóvil Carlos Ghosn y explicaron que tomó un tren desde Tokio hasta Osaka, desde donde abordó un avión para salir de Japón rumbo a Turquía y luego Líbano.
Ghosn salió a pie de su domicilio en Tokio el 29 de diciembre por la tarde y fue a un gran hotel de la ciudad, a menos de un kilómetro, donde se reunió con otras dos personas, explicaron la cadena de televisión pública NHK y otros medios japoneses en base al análisis de las cámaras de seguridad.
Luego los tres tomaron un tren de gran velocidad en la estación de Shinagawa (sur de Tokio) rumbo a Osaka, donde llegaron el mismo día.
En Osaka, Ghosn y sus acompañantes habrían ido en taxi a un hotel cerca del aeropuerto internacional de Kansai hacia las 20h00 horas locales.
Los dos cómplices salieron del hotel con grandes maletas hacia las 22H30 pero Ghosn no estaba con ellos.
Según los investigadores citados por la prensa, el exmagnate salió escondido dentro de una gran maleta metálica, como las que se utilizan para transportar material de audio para un concierto.
Fue así como habría podido entrar en un jet privado, donde los controles son menos estrictos y no es obligatorio escanear con rayos X las maletas, indicó a la AFP un portavoz del ministerio japonés de Transportes.
Según el periódico estadounidense Wall Street Journal, los investigadores en Turquía encontraron una maleta de este tipo en los jets privados que se utilizaron para el viaje.
Ghosn está acusado de malversación financiera en Japón. El exdirectivo de Renault y Nissan fue liberado en abril de 2019 pero tenía prohibido abandonar Japón a la espera de su juicio.
El francolibanés de 65 años estaba en arresto domiciliario en Tokio aunque podía salir de su casa y viajar en Japón un máximo de 72 horas sin tener que pedir permiso al tribunal.