'Desminar para reconstruir'. En un lugar aislado del centro de Vietnam, un equipo 100% femenino desactiva bombas que datan de la guerra contra Estados Unidos, una plaga que causó decenas de miles de víctimas desde el final del conflicto en 1975.
'Mi marido resultó herido por municiones sin explotar cuando iba a trabajar', explica a la AFP Tran Thi Hanh. 'Esto es lo que me motiva a hacer este oficio. Para que nadie se encuentre en la misma situación'.
Thi Bich Ngoc, de 42 años, está 'traumatizada por el recuerdo de (su) tío fallecido en la explosión' de uno de estos dispositivos cuando era adolescente.
Hace 20 años se unió a la oenegé de Asesoramiento en Minas y ahora dirige al equipo de una docena de mujeres que trabajan desactivando bombas, una verdadera excepción en este tipo de tarea básicamente masculina.
'No se trata de dinero, el objetivo es ofrecer una tierra más segura a la población', subraya al desactivar una bomba de fragmentación, al mismo tiempo que afirma encontrar hasta 12 artefactos explosivos sin detonar por día.
El centro del país está particularmente afectado. Cada año, esas bombas sin explotar causan numerosas víctimas.
Desde 1975, más de 40.000 personas murieron y 60.000 resultaron heridas, según datos del gobierno vietnamita.
La mayoría de las bombas se activan durante el arado de la tierra, donde han pasado décadas enterradas. Una vez que el equipo limpia un sitio, éste puede convertirse en una superficie agrícola.