El papa Francisco lanzó una dura crítica a los líderes del mundo por la 'débil' respuesta ante los problemas derivados del calentamiento global durante su discurso anual este jueves al cuerpo diplomático.
'Lamentablemente, la urgencia de esta conversión ecológica parece no ser acogida por la política internacional, cuya respuesta a las problemáticas planteadas por cuestiones globales, como la del cambio climático, es todavía muy débil y fuente de gran preocupación', dijo.
El pontífice argentino, conocido por sus posiciones a favor de la ecología, quien este año convocó una asamblea especial para la defensa de la Amazonía y sus habitantes, región que llamó 'corazón biológico' de la tierra, reconoció su preocupación por el fracaso de la conferencia internacional sobre el clima organizada en diciembre por la ONU en Madrid.
'El cuidado de nuestra casa común debe ser una preocupación de todos y no el objeto de una contraposición ideológica', recalcó.
Ante los representantes diplomáticos de casi todo el mundo, Francisco pidió encarar el tema del cambio climático 'con sabiduría y eficacia' y agradeció en particular a los jóvenes de todos los continentes por su sensibilidad ante este fenómeno.
'Los jóvenes nos dicen (...) que existe un desafío urgente, a todos los niveles, el de proteger nuestra casa común y unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral', añadió.
'La protección del lugar que el Creador nos dio para vivir no puede descuidarse, ni reducirse a una problemática elitista', comentó.
'Ellos nos reclaman la urgencia de una conversión ecológica', reiteró al referirse al movimiento 'Fridays for Future', lanzado por la joven ecologista sueca Greta Thunberg, que ha movilizado millones de personas en el planeta a salir a las calles para exigir acciones concretas frente al clima.
La joven activista agradeció al papa su apoyo cuando lo saludó el pasado 17 de abril durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro.
Francisco la alentó a 'continuar' su lucha por el clima y en el curso del año ha rezado por las víctimas de los devastadores incendios en Australia, Amazonía y otras partes del mundo.