Compartir:

Entre espectaculares ejercicios de rescate y masivos desalojos en edificios públicos y privados, millones de personas participaron este lunes en un simulacro nacional para preparar a la población en caso de presentarse un terremoto en México, un país con alta actividad sísmica.

En una torre de oficinas, rescatistas ensayaron desalojar heridos colgando con cuerdas y maniobrando entre ventanas, mientras que en edificios de gobierno, como el Palacio Nacional y la Suprema Corte, altos funcionarios abandonaron sus oficinas y se ubicaron en zonas consideradas seguras.

'Cada día la gente se concientiza más, sobre todo porque estamos en un lugar muy sísmico, entonces la gente lo toma más a conciencia', dijo a la AFP Marco Antonio Velásquez, trabajador de la fiscalía general mexicana que hacía labores de protección civil durante el ejercicio.

'Este simulacro (a diferencia de otros) es mucho más real', añadió el hombre de 58 años.

A las 11h00 (17h00 GMT) sonó la 'alerta sísmica', cuyo temido y persistente sonido se activa al detectar un movimiento mayor a 6,0 grados, dando a la población, en especial a los habitantes de la capital, hasta un minuto para ponerse a salvo antes de que el remezón alcance al centro del país.

En el céntrico Paseo de la Reforma, donde se erigen rascacielos de hoteles, centros comerciales y oficinas, miles salieron a las calles, en su mayoría empleados que formaron filas en zonas seguras, escoltados por brigadistas, conforme a los protocolos de emergencia.

María del Carmen Bautista, una empleada de 55 años, representó estar herida en la cabeza y fue atendida por elementos de protección civil.

'La idea es representar que se me cayó un plafón en la cabeza en mi lugar de trabajo', explicó Bautista, con la cabeza vendada, usando un collarín y una camisa con pintura roja simulando sangre.

El simulacro fue el primero de tres que se harán en 2020, según el plan coordinado por la secretaría de Seguridad y el sistema de Protección Civil. 

Burócratas gubernamentales y privados, estudiantes y la población en general son llamados a desalojar los inmuebles de manera ordenada.

La mayoría de sismos en México se originan en la costa del Pacífico, a más de 300 km del centro, como el del 19 de septiembre de 1985, de 8,1 grados, que dejó más de 10.000 muertos en la capital, cuando no se contaba con la alerta sísmica.

En 2017, también el 19 de septiembre, el centro de México fue sacudido por un sismo de 7,1, con un saldo de 369 muertos. La alerta sonó casi a la par del terremoto porque se registró a menos de 120 km de Ciudad de México.