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Más de una treintena de soldados estadounidenses sufrieron lesiones cerebrales traumáticas o conmociones cerebrales en un reciente ataque aéreo iraní contra una base militar en Irak que albergaba tropas extranjeras, informó el viernes el Pentágono.

'34 efectivos en total han sido diagnosticados con conmociones cerebrales y TBI (lesión cerebral traumática)', declaró a periodistas el portavoz del Pentágono Jonathan Hoffman en una conferencia de prensa en el Pentágono.

Esa información echa por tierra las declaraciones iniciales del presidente Donald Trump de que ningún estadounidense resultó herido en el ataque a la base de Ain al Asad (oeste de Irak) durante la noche del 7 al 8 de enero. Sin embargo, posteriormente autoridades norteamericanas informaron que 11 soldados resultaron heridos.

Hoffman detalló que 17 de las víctimas habían sido trasladadas inicialmente a Alemania para recibir tratamiento, ocho de las cuales llegaron a Estados Unidos el viernes.

'Continuarán recibiendo tratamiento en Estados Unidos, ya sea en Walter Reed (un hospital militar cerca de Washington) o en sus respectivas bases', señaló.

Las otras nueve víctimas que fueron trasladadas a Alemania 'todavía están siendo evaluadas y tratadas allí', agregó.

Entre los síntomas experimentados por los soldados, citó 'dolores de cabeza, mareos, hipersensibilidad a la luz, agitación y náuseas'. Estos síntomas desaparecieron rápidamente en algunos casos, pero para los demás, empeoraron y los soldados fueron evacuados.

Durante la noche del 7 al 8 de enero, Teherán lanzó misiles contra las bases de Ain al Assad (oeste) y Erbil (norte), donde están desplegados parte de los 5.200 soldados estadounidenses.

El ataque fue en represalia por el asesinato del más alto general iraní Qasem Soleimani, muerto en un ataque con drones el 3 de enero cerca de la capital de Irak, Bagdad.