La líder opositora peruana Keiko Fujimori negó este sábado que pretenda fugarse del país, tres días antes que un tribunal anuncie si la devuelve o no a prisión por el escándalo de la brasileña Odebrecht.
'No existe peligro de fuga en mi caso. Les consta, cuando mi padre renunció desde Japón, me quedé para enfrentar y dar la cara, como siempre lo he hecho por más de 20 años', dijo Keiko en un video publicado en su página de Facebook.
El padre de Keiko, el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), condenado en 2009 a 25 años de prisión por crímenes contra la humanidad, renunció desde Japón por fax a la presidencia en noviembre de 2000 en medio de un escándalo de corrupción.
'No existe obstrucción a la justicia, porque no he hecho ningún acto que ponga en riesgo el proceso', manifestó Keiko, quien ya estuvo 13 meses en prisión por el mismo caso.
'No entiendo por qué esta fijación de la fiscalía en contra de mi caso', afirmó Keiko, en la víspera de unos comicios legislativos adelantados en los que su partido de derecha populista se arriesga a perder la holgada mayoría obtenida en 2016.
El juez Víctor Zúñiga anunciará el martes si devuelve a la cárcel a Keiko, de 44 años, por un nuevo pedido de prisión preventiva por 18 meses que presentó la fiscalía.
La fiscalía acusa a Keiko, entre otros cargos, de recibir ilegalmente dinero de Odebrecht y de otras fuentes para financiar sus campañas electorales de 2011 y 2016, en las que estuvo cerca de ganar la presidencia de Perú.
La primogénita de Alberto Fujimori recuperó su libertad el 29 de noviembre, tras 13 meses en prisión, después de que el Tribunal Constitucional anulara la orden de prisión.
La opositora fue enviada a la cárcel el 31 de octubre de 2018 por supuestamente interferir en las investigaciones del fiscal José Domingo Pérez.