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La Organización Panamericana de la Salud dijo el jueves que el brote de sarampión en Venezuela 'está bajo control' dos años y medio después de que se reportaran los primeros casos de esta enfermedad infecciosa altamente contagiosa.

'Los casos nuevos confirmados se redujeron 91% en 2019 en comparación con 2018', indicó la OPS en un comunicado.

Venezuela informó en julio de 2017 de los primeros casos de sarampión del brote actual, un genotipo originalmente reportado en Asia y más tarde en Europa.

Desde entonces y hasta el año pasado, Venezuela notificó 7.054 casos confirmados de sarampión y 84 fallecimientos. En 2018, hubo 5.779 casos confirmados y 75 muertes, mientras que en 2019 se reportaron 548 casos confirmados y tres fallecimientos, según los registros divulgados el miércoles.

'Ahora, el principal desafío en Venezuela es garantizar el abastecimiento de vacunas y otros insumos, y mantener las coberturas de vacunación por encima del 95% en todo el país, algo fundamental para disminuir el riesgo de nuevos casos y prevenir brotes', dijo la OPS.

La OPS, que en los últimos años urgió varias veces a Venezuela a implementar un plan para frenar la trasmisión del sarampión, dijo que para controlar el brote actual se invirtieron 7 millones de dólares, aportados por la propia OPS, la Organización Mundial de la Salud, Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá.

La campaña de vacunación, desarrollada entre abril de 2018 y julio de 2019, alcanzó a más de 8,8 millones de niños, señaló la OPS según datos verificados del ministerio de Salud venezolano.

La región de las Américas se había convertido en 2016 en la primera del mundo en obtener la certificación de eliminación del sarampión, tras años de esfuerzos de vacunación.

Pero en agosto de 2018, la OPS dijo que la transmisión endémica del virus del sarampión se había restablecido en Venezuela, luego de que el mismo tipo hubiera estado presente durante más de 12 meses continuos en su territorio.

Venezuela, cuyo gobierno es desconocido por más de 50 países, atraviesa una aguda crisis económica, con gran escasez de medicamentos, déficit de insumos y graves carencias en su sistema de salud.

Según la ONU, un cuarto de su población de 30 millones necesita asistencia, y más de 4,6 millones de venezolanos abandonaron el país en los últimos años, la mayoría a países vecinos.