La organización de Boys Scouts de Estados Unidos (BSA) se declaró en quiebra este martes, en un esfuerzo por salvaguardar las indemnizaciones a las víctimas de abuso sexual, segú un comunicado.
La quiebra ayudará a 'compensar equitativamente' a las víctimas a través de la creación de un fideicomiso y permitirá que la organización continúe operando a nivel local, indicó el texto.
'La BSA se preocupa profundamente por todas las víctimas de abuso y se disculpa sinceramente con cualquiera que haya resultado perjudicado durante su estancia' en la organización, dijo su presidente ejecutivo, Roger Mosby, en el comunicado.
Con 110 años de historia y 2,2 millones de miembros entre 5 y 21 años, BSA ha sido acusada de encubrir abusos contra miles de sus jóvenes integrantes durante generaciones y de no hacer lo suficiente para acabar con los pedófilos en su seno.
Más de 12.000 de sus miembros han sido víctimas de abuso desde 1944, dijo el año pasado el abogado Jeff Andreson, quien agregó que dentro de la organización había más de 7.800 abusadores.
La existencia de esos datos figura en lo que dio en llamarse 'archivos de perversión' se conoció por primera vez en un caso judicial de 2012.