El derrumbe de un hotel en China convertido en centro de cuarentena contra el coronavirus, dejó al menos diez muertos, según un nuevo balance difundido el domingo por el ministerio de Gestión de Emergencias.
De las 71 personas que se encontraban en el hotel en el momento del colapso, 48 fueron rescatadas de los escombros –diez de ellas sin vida– y otras 23 siguen desaparecidas.
Un balance precedente daba cuenta de seis muertos.
El domingo, equipos de rescate buscaban a personas atrapadas en los escombros del desplome.
Imágenes difundidas en la red social china Weibo mostraban a socorristas trabajando en la oscuridad entre los escombros del hotel Xinjia.
Los videos mostraban a los rescatistas sacando escombros e intentando tranquilizar a una mujer atrapada bajo el cemento, mientras que las ambulancias desalojaban a los heridos.
El hotel Xinjia, de 80 habitaciones, se derrumbó hacia las 19H30 (11H30 GMT) del sábado.
El hotel, situado en la ciudad de Quanzhou, en el este del país, había sido utilizado por las autoridades sanitarias chinas para situar personas en cuarentena, pero se desplomó en la tarde del sábado.
Había sido convertido recientemente en punto de acogida y cuarentena para personas que tuvieron contacto con pacientes contaminados por el nuevo coronavirus, según El Diario del Pueblo.
Las autoridades de Fujian mandaron 150 trabajadores al lugar para las tareas de rescate, según la televisión CCTV.
Quanzhou, una ciudad costera, tiene registrados 47 casos de COVID-19. El hotel fue inaugurado hace apenas dos años.
Los derrumbes de edificios son habituales en China, donde el rápido crecimiento y la escasa vigilancia en las obras inducen a los constructores a rebajar los estándares de seguridad.
Al menos 20 personas murieron en 2016 al desplomarse varios edificios con defectos de construcción en la ciudad de Wenzhou (este).
Otro edificio que estaba siendo renovado en Shanghái el año pasado también se cayó, matando a 10 personas.