Ante la sobrecarga, en los hospitales, de enfermos de coronavirus que necesitan respiración asistida, el personal médico transforma máscaras de buceo para aliviar los pulmones de los pacientes.
La idea surgió en Italia, el más afectado por la pandemia, con más de 10.000 muertos. Los hospitales de otros países han seguido sus pasos, cada uno con una pequeña aportación, como en el de Erasme, en los suburbios de Bruselas, la capital belga.
Este hospital está asociado con la Universidad Libre de Bruselas (ULB) y, a través de esta, con la empresa Endo Tools Therapeutics, que desarrolla dispositivos médicos.
Estas máscaras se usan para 'pacientes que tienen problemas respiratorios graves. El objetivo es evitar tener que intubar la tráquea del paciente y colocarles un respirador', explica Frédéric Bonnier, fisioterapeuta de cuidados intensivos en el hospital Erasme que también imparte clases en la universidad.
Fue él quien diseñó una válvula hecha a medida que se ajusta a la parte superior de las máscaras que cubren toda la cara. La válvula conecta la máscara con las máquinas que suministran al paciente aire a presión.
Gracias a este sistema, evitamos el colapso de los alveolos pulmonares, unas cavidades ubicadas en los pulmones y que permiten suministrar oxígeno en el cuerpo y espirar el dióxido de carbono. La neumonía provocada por el COVID-19 inflama la membrana pulmonar y llena los alveolos de líquido.
En los casos más graves hay que intubar a los pacientes para suministrarles oxígeno y colocarles un respirador (ventilación mecánica) en cuidados intensivos.
Las máscaras de buceo podrían ser una solución temporal para pacientes que necesitan cuidados intensivos cuando no hay camas ni respiradores disponibles.
Se conectan a varios filtros y cánulas, así como a un tubo y una máquina que suministra aire a presión, lo que les ayuda a respirar mejor.
De un solo uso
La ventaja es que permiten una ventilación mecánica durante períodos más largos gracias a su comodidad.
A partir del lunes comenzará la producción. Las máscaras estarán disponibles y en cuanto un paciente las necesite, 'podemos proponérselas', explica Bonnier.
Estas máscaras, fabricadas en Italia, son de la misma marca que las usadas por los médicos italianos. Las dona la tienda deportiva francesa Decathlon.
Bonnier explica que son mucho más cómodas que las del hospital. Sin embargo no se han probado siguiendo los estándares médicos y, por lo tanto, son de un solo uso. No se pueden esterilizar.
El diseño italiano de la válvula impresa en 3D también tuvo que perfeccionarse.
'A nosotros nos pareció bastante complicada de fabricar, bastante pesada, no muy cómoda, y tuvimos la idea de ir un poco más allá y desarrollar nosotros mismos nuestra propia conexión', explica Bonnier.
Pero aunque las pruebas resulten concluyentes -recalca Bonnier- no es seguro que las tiendas de deportes puedan satisfacer todas las necesidades en Bélgica.
Tras tener conocimiento del uso que se hace de estos accesorios de buceo, Decathlon expresó hace tres días su 'interés', pero con prudencia.
'Si vemos que los proyectos llegan a buen término y que los hospitales confirman que algunas pruebas funcionan, entonces os mantendremos informados', se limitó a comentar en su cuenta de Twitter.