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Las elecciones presidenciales de Estados Unidos se realizarán en menos de una semana y son varias las claves que se deben conocer para comprender cómo funciona este sistema electoral. El próximo 3 de noviembre los estadounidense irán a las urnas para decidir si Donald Trump sigue en el poder o si Joe Biden logra llegar a la Casa Blanca.

De acuerdo con las proyecciones de los analistas, se pueden esperar sorpresas en esta jornada que ha estado marcada por la pandemia del coronavirus.

En Estados Unidos las elecciones presidenciales se realizan el primer martes de noviembre, cada cuatro años, que en 2020 corresponde al día 3.

Para llegar al punto actual, los candidatos al mayor cargo de EE. UU. fueron elegidos en las convenciones nacionales de sus respectivos partidos políticos y estos a su vez designaron a sus compañeros de fórmula para la vicepresidencia.

Por el partido Republicano, Trump va con el actual vicepresidente Mike Pence, mientras que el demócrata Joe Biden escogió a Kamala Harris como su coequipera.

Durante las elecciones generales, los estadounidenses votan por el candidato de su preferencia en los centros de votación en la fecha señalada o de manera anticipada, pero pueden hacerlo también por correo.

Sin embargo, la elección en este país es indirecta porque la suma del voto popular no determina al ganador, quien finalmente es elegido por los delegados del Colegio Electoral.

El Colegio Electoral

 Es un proceso en que participan representantes de los 50 estados que conforman a EE.UU. y Washington D.C.

Cada estado cuenta con un número de delegados que equivale al número de sus senadores y miembros en la Cámara de Representantes. Se determina según la población que tenga cada estado. El Distrito de Columbia (Washington D.C.), que no es un estado y no tiene representación con voto en el Congreso, cuenta con tres votos en el colegio electoral.

Los estados con mayor participación son California, que es demócrata, con 55 electores, y Texas, de tradición republicana, con 38 electores. Florida y Nueva York tienen 29 delegados cada uno.

Cómo opera

El sistema funciona de tal forma que el candidato presidencial que recibe la mayoría del voto ciudadano en un estado también obtiene todos los votos electorales que le correspondan a dicho estado. Esta modalidad se conoce como todo para el vencedor (winner-take-all).

Esto explica por qué un candidato puede ganar la mayoría del voto nacional, pero perder las elecciones.

Este fue el caso de las últimas elecciones presidenciales (2016) en las que Hillary Clinton perdió frente a Donald Trump, a pesar de obtener una mayor votación popular.

El colegio electoral está conformado por 538 delegados y se requieren 270 votos electorales para ganar la elección presidencial (la mitad más uno).

En caso de que ningún candidato reciba la mayoría de los votos, corresponde a la Cámara de Representantes elegir al presidente y al Senado, al vicepresidente.

Si bien la mayoría de las veces se puede dar un posible ganador el mismo día de las elecciones, la votación del Colegio Electoral es la que determina oficialmente al ganador. Esta se desarrolla a mediados de diciembre cuando los electores se reúnen en sus estados.

El conteo de los votos electorales de cada estado se realiza en una sesión conjunta del Congreso que tiene lugar el 6 de enero del año siguiente a la reunión de los electores. Posteriormente, el 20 de enero se realiza el Día de la Inauguración Presidencial (posesión) que se lleva a cabo en el edificio del Capitolio de EE. UU.

El proceso del Colegio Electoral está establecido en la Constitución de Estados Unidos y para cambiarlo sería necesaria una enmienda constitucional, lo cual no es probable que se pueda dar.

Voto latino

 Un informe del PEW Research Center indica que en estas elecciones 2,5 millones de latinos están registrados para votar en la Florida, estado que es uno de los de mayor peso electoral. 'Es un estado campo de batalla en las elecciones presidenciales. Tiene el electorado latino más grande entre todos los estados y el tercero más grande en general (3,1 millones de votantes elegibles), solo detrás de California (7,9 millones) y Texas (5,6 millones)', señala el informe del centro de investigación.

Históricamente, según explica el profesor de Uninorte Horacio Godoy, la Florida no ha pertenecido a un partido, lo que la hace muy codiciada.

Mario Aller, profesor de la Universidad Sergio Arboleda, señala que en Florida 'los latinos tienen tradicionalmente una inclinación por los demócratas al igual que los afroamericanos, ya que es el partido que mayormente ha reivindicado sus derechos, pero siempre hay excepciones y los cubanos han representado un fuerte bastión republicano'.

Para el analista Gabriel Orozco, en estas elecciones el voto latino está 'algo más dividido' que en otras ocasiones, producto del discurso de Donald Trump 'que no los ha convencido' y que ven en Biden una nueva visión.

'Es uno de los sistemas más antiguos del mundo'

Para entender el complejo sistema electoral de Estados Unidos, se debe viajar hasta la creación del país y de su Constitución en 1787. 'Cuando se da la revolución de las colonias, Estados Unidos se configura como una federación y no como un Estado unitario. Hubo un acuerdo de subordinar soberanías estatales en pro de formar una federación de tal forma que este mecanismo electoral se decidiera por el peso territorial y político que tenían estos estados', señaló Juan Pino, profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana.

Luis Vega, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, afirma que para 'garantizar que cada estado tenía la capacidad de darle legitimidad a la elección del presidente y que ese mandatario iba a mantener la unión de los estados', se determinó que cada uno iba a funcionar a partir de colegios electorales.

'Estados Unidos tiene uno de los sistemas electorales más antiguos del mundo y uno de los más raros. Lo que dice la Constitución es que las elecciones serán una vez cada cuatro años, el primer martes de noviembre, pero la ley electoral única no existe; existen 50 leyes electorales diferentes por cada estado', concluyó Horacio Godoy, docente del programa de Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte.

La campaña política por la Presidencia se concentra, según explica Pino, en 'asegurar los estados que ya se han inclinado hacia alguna ideología política y conseguir aquellos estados claves que representan una gran oportunidad de votos en el colegio electoral, como la Florida'. Agregó que 'por ejemplo, los demócratas saben que no van a ganar Texas, igual que los republicanos saben que no van a ganar Nueva York, esto perfecciona y enruta los esfuerzos de los candidatos'.

Según Luis Vega, los estados clave para las elecciones además de la Florida, son Ohio, Wisconsin, Pensilvania, Arizona, Iowa y Michigan.

De otro lado, la votación por correo es una herramienta tradicional desde el siglo XIX en los Estados Unidos; sin embargo, para esta elección del 2020 adquiere mayor relevancia mediática a raíz de la Covid-19 y las acusaciones sobre fraude que señala Trump.

'El voto por correo es una herramienta muy buena y aún más en estos tiempos con el nuevo coronavirus. Aunque el presidente Trump haya tratado de suprimirlo porque no le interesa', apostilló Aller.

'Hay una creencia que señala que el voto que la derecha no vota sino que ficha y que al partido demócrata le ha costado mucho más movilizar personas, es por esto que el voto por correo les representa una ventaja en estos momentos', concluye.

Se calcula que unos 70 millones de estadounidenses han depositado ya su voto de forma anticipada, una cifra que ya supone el 50 % de los que acudieron a las urnas en 2016.