Compartir:

Por mucho tiempo el bullying ha sido una de las problemáticas más recurrentes en la escolaridad de los jóvenes, es por ello que reconocer las señales a tiempo puede evitar futuros escenarios de violencia, enfermedades físicas y psicológicas e incluso desenlaces trágicos.

Lamentablemente este no fue el caso de Drayke Hardman, un niño estadounidense de 12 años, quien aparentemente se habría quitado la vida en su habitación tras sufrir de acoso escolar por parte de varios compañeros.

'Esto tiene que parar ya'. Estas fueron las palabras de Andy Hardman, el padre del joven que tomó la valentía de contar la historia, compartiendo una fotografía de él junto al menor en su cuenta de Instagram para enviar un mensaje a raíz de lo vivido aquel día en el que la situación le arrebató a su único hijo.