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El horror de la violencia se hizo sentir este sábado en el estadio La Corregidora de Querétaro, en el marco de un partido que enfrentó a los Gallos Blancos contra Atlas.

Lo que parecía un cotejo más en la liga de ese país acabó en una batalla campal que dejó decenas de heridos, muertos y un estado de incertidumbre ante las medidas que se exigen a las autoridades deportivas por lo sucedido.

El juego de la novena jornada del Torneo Clausura del fútbol mexicano se suspendió como consecuencia de los hechos de violencia, que comenzaron en las gradas del escenario deportivo y se extendieron hasta la cancha, en una medida desesperada de los cientos de aficionados presentes en el cotejo, que invadieron el campo ante la incertidumbre provocada por el sentir que sus vidas corrían peligro.