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Una caída abrupta y temprana. Ese es el resumen de los dos primeros meses, que se cumplen el próximo 11 de mayo, del gobierno del presidente de Chile, Gabriel Boric.

En menos de sesenta días, el mandatario más joven y más votado de la historia chilena parece haber desencantado de manera notoria a sus votantes, y profundizado las críticas de sus detractores.

De acuerdo con la última encuesta Plaza Pública Cadem— empresa de investigación de mercados— el presidente chileno alcanzó un nivel de aprobación del 36 %, comparado con un 53 % de desaprobación, una de las cifras más negativas que ha tenido que enfrentar un mandatario en la historia chilena en tan poco tiempo.

Sus más recientes antecesores, Sebastián Piñera y Michelle Bachelet, tuvieron que enfrentar altas cifras de desaprobación, pero solo hasta la semana 37 de su mandato y la 33, respectivamente.

Las malas cifras de Boric se dieron en el marco de la primera movilización nacional a gran escala que tuvo que enfrentar el mandatario en los últimos días. Esta semana, camioneros bloquearon carreteras en ocho ciudades del país, exigiendo más seguridad y un control de los precios de los combustibles.

Pero, ¿a qué se debe este fenómeno? EL HERALDO consultó a Nicolás Freire, cientista político y académico de la Universidad de Santiago, quien calificó lo sucedido como 'el fin anticipado de una luna de miel'. Y es que el presidente de 36 años de edad terminó desencantando a sus simpatizantes en cuestión de pocas semanas, por lo que, para Freire, su caída se debe principalmente a cuatro factores: