El Reino Unido brindó ayer un ferviente homenaje a la reina Isabel II, la mujer que ha marcado el último siglo del país y que recibió el calor de decenas de miles de personas que se acercaron al palacio de Buckingham para recibir su saludo desde el balcón.
El desfile militar con que los monarcas británicos celebran su cumpleaños de manera oficial desde hace casi tres siglos (llamado 'Trooping the colour') abrió cuatro días de festejos con motivo del Jubileo de Platino: los 70 años de Isabel en el trono.
Pese a su frágil estado de salud, la soberana no defraudó: salió al balcón para pasar revista a las tropas y saludar a decenas de miles de personas que se agolparon en las tribunas y los alrededores de palacio.
Conscientes de que es muy posible que este sea su último jubileo, a sus 96 años, los asistentes mostraron un entusiasmo a la altura de las grandes ocasiones, a juicio de los observadores más veteranos.
'¡Hip hip... hurra!', gritaron al unísono miles de gargantas mientras la familia real presenciaba el sobrevuelo de 70 aviones militares sobre sus cabezas. Gracias a las pantallas se pudo ver a una reina sonriente, ayudada por un bastón, con gafas de sol y vestida con un elegante abrigo azul celeste, el mismo con el que ha salido fotografiada en su último retrato oficial, difundido a última hora del miércoles.
La reina estuvo escoltada a su derecha por su hijo y heredero Carlos, quien llegó al palacio a lomos de un caballo tras haber examinado a las tropas.
Del balcón estuvieron ausentes el príncipe Andrés, vinculado con el delincuente sexual Jeffrey Epstein y ahora proscrito socialmente, y los duques de Sussex, Enrique y Meghan, que ya no forman parte activa de la familia.
Pese a todo, el hijo pequeño del príncipe Carlos y su esposa se apostaron tras una ventana para seguir el desfile del 'Trooping the colour', donde fueron descubiertos por las cámaras en actitud distendida con otros familiares.
Andrés, por el contrario, no podrá participar en ninguna actividad oficial al haber dado este mismo jueves positivo para covid.
Prestos siempre a recrearse en el último detalle, medios británicos optaron también por fijarse en la galería de gestos y muecas que desplegó el pequeño Luis, bisnieto de la monarca e hijo del segundo en la línea de sucesión, el príncipe Guillermo.