En Brasil, hay indignación por el caso de un empleado que habría sido asesinado por tomar café fuera del horario permitido. El responsable del crimen sería su jefe.
Marcelo Camilo, de 36 años, es el nombre de la víctima, quien llegó a un centro asistencial con una herida en el corazón luego de ser atacado con un objeto cortopunzante, que correspondería a una herramienta de trabajo.