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Tras el terremoto de 5.9 grados que se vivió en la madrugada de este miércoles en el este de Afganistán, que deja hasta el momento 1.030 muertos y más de 1.500 heridos según las autoridades, se viven momento de angustia con labores de rescate y entierros masivos.

Las autoridades y los mismo habitantes de las regiones afectadas han estado cavando fosas comunes ante la gran cantidad de fallecidos, para poder darle sepultura a sus familiares.