Debido a las tensiones entre el Gobierno de Nicaragua y la iglesia católica, por la detención del obispo Rolando Álvarez, el papa Francisco manifestó su 'preocupación y dolor' por la situación.
A través de su cuenta de Twitter, el sumo pontífice se pronunció al respecto e ratificó su apoyo para que 'por medio de un diálogo abierto y sincero, se puedan seguir encontrando las bases para una convivencia respetuosa y pacífica'.