El pasado 6 de agosto de 2020, una niña llamada Amandine de 13 años, falleció de desnutrición severa, pues su madre no le habría suministrado alimentos y la maltrataba constantemente.
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Y es que este lunes 20 de enero inició el juicio en un tribunal de Montpellier, al sur de Francia, en contra de Sandrine Pissarra, una mujer de 54 años que es acusada de someter a su hija de 13 años, a años de torturas.
La autopsia de la menor reveló que la adolescente medía 1,55 metros, pesaba apenas 28 kilos y presentaba signos de desnutrición extrema.
Además, el informe forense describió que su muerte fue causada por un estado “caquéctico” asociado a desnutrición severa, septicemia y un posible síndrome de realimentación.
También Amandine había perdido varios dientes y tenía partes de su cabello arrancado, por los constantes maltratos físicos.
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En ese momento, la madre señaló que ella padecía un trastorno alimentario, pero en las investigaciones no hallaron evidencia que confirmara esta afirmación.
La misma madre confesó que el día en que la niña murió solo consumió un terrón de azúcar, un poco de compota y una bebida proteica antes de empezar a vomitar y colapsar.
Amandine sufría de maltratos a temprana edad por parte de su madre
Asimismo, las investigaciones apuntaron que la niña sufría desde pequeña de estos vejámenes, sin embargo, en el confinamiento de la pandemia se intensificaron.
La niña dejó de asistir a la escuela, lo que agravó su aislamiento. Nadie se dio cuenta de lo que estaba pasando la jovencita, que incluían negación de alimentos, castigos humillantes como obligarla a escribir interminables textos y encerrarla en un armario vigilado por cámaras.
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Por todo esto a la mujer se le imputan cargos por “actos de tortura” y “barbarie”, delitos que podrían llevarla a cadena perpetua.
Igualmente, su pareja, Jean-Michel Cros, de 49 años, también enfrenta cargos por negligencia y omisión de auxilio, con una posible condena de hasta 30 años de prisión.
¿Por qué la madre de Amandine le propinaba estos castigos?
Según el informe psiquiátrico de la madre, ella había traspasado el odio que le tenía al padre biológico de la menor, en el cuerpo de Amandine.
