Un caso de película fue el que le pasó a Jon, un hombre de 66 años que puso un anuncio en la sección de contactos de un periódico, en el cual señalaba que “necesitaba compañía”.
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Los medios españoles reseñaron la historia de Jon en el cual manifestaron que el hombre en el anuncio también dejó su número de teléfono por “si alguna mujer estuviera interesada en una relación estable de pareja”.
Jon, de nacionalidad española, se describió como “una persona cariñosa, honrada y sensible”, y pronto fue contactado por una mujer de 44 años, de nacionalidad rumana, quien aparentemente vivía en el pueblo aledaño.

Inmediatamente empezaron a hablar por teléfono y por correo electrónico, con mensajes que le enviaba la mujer haciéndole creer que ella se iba a mudar para casarse con él en Coruña, una ciudad portuaria de España.
Todo iba bien pero la mujer le señaló que antes de irse a vivir con él tenía que resolver algunos problemas de salud y económicos. Le pidió ayuda a Jon para cubrir unos gastos médicos de algunos familiares.
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Así siguió pidiéndole dinero al hombre, que en más de un año le hizo 14 transferencias que sumaron un total de 71.900 euros, es decir, aproximadamente 340 millones de pesos colombianos.
El señor de la tercera edad manifestó que para poder darle todo ese dinero a la mujer tuvo que hacer 20 préstamos con entidades bancarias. Estas obligaciones ascendieron a los 34.749 euros, aproximadamente 166 millones de pesos colombianos.

Asimismo, la mujer le volvió a pedir dinero, pero Jon ya no tenía, lo que hizo que se desapareciera. Luego, un mes después apareció para pedirle 15.000 euros, aproximadamente 70 millones de pesos colombianos, bajo la justificación de pagar unas inyecciones.
Cuando Jon abrió los ojos denunció a esta mujer por estafa y, en diciembre de 2024, se llevó a cabo la audiencia en A Coruña. Como resultado la mujer fue condenada por el tribunal por el delito de estafa agravada y le impuso una pena de dos años y seis meses de prisión, una multa de 1.920 euros, aproximadamente 9 millones de pesos, y le ordenó indemnizar a Jon con los 71.900 euros robados.