Una comisión legislativa recomendó ayer que se lleve a cabo el proceso de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, lo que pone a la mandataria un paso más cerca de una posible destitución.
Rousseff enfrenta la posibilidad de un juicio político por las acusaciones de que su gobierno violó las leyes fiscales para enmascarar problemas presupuestarios. Sus opositores dicen que el proceso es lo que desea la mayoría de los brasileños, pero los partidarios de Rousseff dicen que es una descarada toma del poder por parte de sus adversarios.
La comisión legislativa especial aprobó por votación de 38-27 la propuesta para enviar el tema del juicio político al pleno de la Cámara de Diputados. Se necesitaban al menos 33 votos para aprobar la medida.
La sesión de la comisión se prolongó todo el día y se caracterizó por un prolongado intercambio de gritos antes de la votación realizada de noche. Los líderes legislativos que están a favor del juicio político colocaron en sus escritorios letreros que decían 'juicio político ya', mientras que simpatizantes de Rousseff gritaban 'golpe, golpe, golpe'.
El resultado fue el esperado, y principalmente simbólico, porque al margen de la votación, el asunto debía ir al pleno de la cámara baja para una votación crucial prevista para el fin de semana en la que se decidirá si el asunto se envía al Senado para un posible juicio.
Como se necesitan 342 votos de los 513 diputados para que el proceso siga su curso, los analistas afirman que el resultado de esa votación está demasiado reñido para pronosticar hacia qué lado habrá de inclinarse.
En un nuevo giro en esta saga, el diario Folha de S. Paulo difundió un audio del vicepresidente Michel Temer, quien tomaría el poder si Rousseff fuera suspendida.
El audio, que el diario asegura se envió a miembros del PMDB, al que pertenece Temer, parece ser un borrador del discurso que daría Temer al pueblo brasileño en caso de que avance el proceso de destitución.