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En 2013, el nuevo líder del Partido Laboral Británico, Jeremy Corbyn, en una entrevista a la BBC de Londres, dejó entrever que estaba en favor de una administración conjunta de las Islas Malvinas entre el Reino Unido y Argentina. A su juicio, 'cierto grado de administración conjunta' podría resolver el conflicto. 'Otras situaciones como estas fueron resueltas de ese modo: la disputa entre Finlandia y Suecia por las islas Aman. También lo hicimos con Hong Kong y, en cierta medida, con Gibraltar. Habría que explorar esa vía', dijo.

Corbyn ha mantenido una actitud de línea dura contra los postulados de la línea oficialista laborista. En más de 500 ocasiones ha votado en contra de dichas posturas en el parlamento; incluso, se recuerda que rechazó la invasión de Iraq en el 2013. Además, participa en grupos de defensa de los derechos humanos y de causas latinoamericanas.

Pero las más fuertes posiciones de Corbyn fueron en 1982 cuando afirmó que la guerra de Las Malvinas era 'un plan de conservadores' y 'una pérdida de hombres desempleados que fueron enviados a las Islas Malvinas para morir por la entonces Primera Ministra británica, Margaret Thatcher; en otras palabras, es un hombre de amplio horizonte, e inmensamente pragmático.

Con la elección de Mauricio Macri, llega a la Casa Rosada un hombre igualmente de visión amplia y pragmática que se atrevió a afirmar en 1997: 'la verdad es que los temas de soberanías con un país tan grande como el que tenemos nunca los entiendo mucho. Nosotros no tenemos un problema como los israelíes, que tienen problemas de espacio. Acá lo nuestro es casi un amor propio. Es más, creo que las Islas Malvinas serían un fuerte déficit adicional para la Argentina. Tengo entendido que al tesoro de Inglaterra le cuesta bastante plata por año'.

Así mismo, Macri ha manifestado que ampliará las relaciones con el Reino Unido, manteniendo las reclamaciones de soberanía sobre las Islas Malvinas. ¡Dos líderes, dos puntos de vistas nuevos! Además, el recién mandatario no considera prudente mantener congeladas las relaciones con el Reino Unido y prefiere trazar un camino conciliador; es decir, no continuar con la demagogia de los Kirchner, apartando los temas fundamentales como el medio ambiente, la innovación y la cultura que unen a los argentinos y al Reino Unido. Eso sí, conserva la posición planteada por las Naciones Unidas de que la única salida para el conflicto sobre dicho archipiélago es el diálogo directo, el cual está respaldado por una resolución.

Las Islas Malvinas, Falk-land Island, en inglés, desde 1833 están bajo el dominio directo del Reino Unido. Antes de esa fecha estuvo en manos de otras potencias coloniales de la época, perteneciendo al Virreinato del Río de la Plata. Esta pertenencia y la cercanía a su territorio son las razones que aduce Argentina para reclamar las islas en disputa.

Al independizarse de España, todos los territorios pasaban al nuevo ente, incluidas las Malvinas. Pero, como de facto el Reino Unido dominaba las islas, no se pudo hacer el traspaso. Argentina, todo el tiempo, ha tratado de convencer al Reino Unido y a la Comunidad Internacional de que las Islas Malvinas le pertenecen. El Reino Unido dice que no puede actuar en contra de los nativos de las Falkland, quienes quieren seguir siendo británicos.

AQUELLA GUERRA

Aprovechándose del nacionalismo argentino, Leopoldo Galtieri ordenó la toma de las Islas Malvinas. Así, pensaba alejar la atención de los graves problemas internos. Gran Bretaña respondió militarmente y retomó las islas. Esta victoria fue un espaldarazo para Margaret Tatcher, quien, con problemas graves internos, logró ganar las elecciones y continuar en el cargo.

En la actualidad, la posición del Gobierno de Reino Unido se ha endurecido al confirmarse la existencia de yacimientos de petróleo y gas en las Islas. Ahora se habla del derecho a la autodeterminación de los pueblos y se está organizando un referendo para decidir la independencia. Por supuesto, Argentina no está de acuerdo con este desenlace.