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Un problema de migraña que tiene hace algún tiempo fue quizás lo que le salvó la vida a Johaina Padilla Pinto, esposa de uno de los colombianos acribillados por la Policía de Aruba, en el restaurante Casa Tuna de la isla, hace cuatro meses.

Ese día, el 22 de febrero a las 12:45 del mediodía, ella recibió una llamada en la que le avisaban que su compañero de los últimos dos años y medio, Benjamín Castro Aguirre, 32 años y natural de Santa Marta, y su primo Alcides Peralta Pereira, de 55 años y natural de Dibulla, habían sido asesinados.

Recuerda que todavía estaba en el consultorio médico y minutos antes, ellos la habían llamado para que los acompañara a ese mandado, el último de sus vidas. Sin embargo, el médico se había demorado en atenderla y por eso no pudo ir.

Los dos habían sido citados por Wilmer Hurtado, otro colombiano, natural de Buenaventura, en el Valle, quien fue capturado y permanece detenido en un centro de reclusión de Aruba.

Johaina se trasladó al lugar de inmediato, pero no la dejaron entrar a la escena y tampoco le dejaron ver los cuerpos hasta ocho días después, cuando fueron repatriados y enterrados en sus lugares de origen.

“Los tres éramos inseparables, pero el destino quiso que ese día yo no estuviera con ellos”, indicó la mujer que lleva 22 años viviendo en la isla.

Mientras tanto, Vice Mendoza, compañera de Alcides Peralta, afirmó que cuarenta minutos antes había hablado con él y le dijo que iba a hacer un mandado con su amigo en un restaurante. Cuando la llamaron para avisarle se sorprendió porque ellos no tenían ninguna clase de problemas ni negocios extraños. Ambos se dedicaban a la construcción o al comercio.

Fue un error. Al momento de la entrevista, las dos mujeres se encontraban en Riohacha, después de estar durante 44 días en Aruba averiguando todo lo referente al caso, porque según ellas las circunstancias de los hechos son bastante extrañas.

“El ministro de Justicia Arthur Dowers nos colaboró bastante, pero no nos da información precisa, mucho menos la Policía, solo nos entregaron algunas cosas personales y nos dijeron que teníamos que esperar el informe policial”, afirmó Vice Mendoza, quien dijo que el funcionario reconoció que fue un error, pero que eso lo tiene que decidir un juez.

Mientras tanto, Johaina Padilla asegura que el día de los hechos se entrevistó con un detective que le reconoció que había sido una equivocación, ya que los policías estaban detrás de un grupo de hombres que iban a atracar un casino.

A pesar de esto, ellas no saben si hay alguna persona detenida por las dos muertes o siquiera algún acusado, y el hombre que los citó no les quiso dar ninguna información.
Se trata de un falso positivo, afirma Ángelo Peralta, hijo de Alcides Peralta Pereira. El joven ha estado durante todo este tiempo buscando respuestas a lo que sucedió con su padre y el amigo de este.

Por una parte, no se explica cómo la Cancillería colombiana no se ha pronunciado de manera contundente ante el gobierno de Aruba, para pedir una explicación y los resultados de la investigación.

También se pregunta, por qué si hubo exceso policial no hay ningún detenido y ni siquiera un informe disciplinario. “¿Será que están encubriendo a los policías? ¿Será que se trata de un falso positivo para mostrar que están luchando contra el crimen? ¿Era un operativo para arrestarlos o para asesinarlos?”, manifiesta Ángelo.

Según indicó durante la primera rueda de prensa que se dio para informar lo sucedido, el Fiscal Mayor de Aruba aseguró que las víctimas no llevaban armas, pero, inexplicablemente, este funcionario fue destituido poco después.

A esto se agregan dos hechos relevantes que para él también son muy extraños. El primero de ellos es que la droga que presuntamente llevaban los dos hombres en el carro la mostraron solo once días después en unas fotografías, en las que no se puede establecer si ese es el vehículo o no. Por otro lado, el acta de defunción dice que los colombianos no murieron por enfermedades contagiosas, pero sí de un solo disparo. No obstante, un informe de medicina legal indica que a los cuerpos se le suturaron las heridas, de tal manera que no se pudiera determinar que eran de bala.

Para resolver todos estos interrogantes, el joven ya solicitó una cita a la Corte Penal Internacional de La Haya y viajará a Holanda este 17 de julio próximo.

“Esperamos informe de las autoridades de la isla”: Cónsul de Colombia en Aruba

El Cónsul General de Colombia en la paradisíaca Aruba, Tarquino Pacheco, habló sobre la muerte en la isla de dos colombianos, uno de ellos samario y el otro oriundo de un municipio de La Guajira.

En diálogo con EL HERALDO, el diplomático dijo que el consulado estaba a la espera de un comunicado de las autoridades, en donde informen lo que en realidad sucedió con los costeños Benjamín Castro Aguirre, 32 años y natural de Santa Marta, y su primo Alcides Peralta Pereira, 55 años y natural de Dibulla, La Guajira.

“Las autoridades de Aruba tienen que entregarnos un informe detallado, pormenorizado de los hechos y estamos a la espera de eso. Recientemente, como hace unos 15 días, ellos nos mandaron una carta en donde pedían un compás de espera para entregar el informe. Señalaron que podría ser a finales de este mes o principios de julio. Nosotros hicimos todo, desde el punto de vista consular les solicitamos a las autoridades de Aruba que nos informaran sobre el atentado”, mencionó Pacheco.

Seguido, el Cónsul informó que “el mismo día de los hechos, febrero 22 de este año, nosotros cumplimos con todos los trámites que en estos casos se establecen internacionalmente: le solicitamos un informe a las autoridades de la Isla. Es un tema que ya corresponde a las autoridades internas de Aruba investigar. Nosotros no tenemos ninguna injerencia”.

Benjamín Castro y Alcides Peralta fueron asesinados por la Policía de Aruba cuando se encontraban a bordo de un vehículo.

Por Sandra Guerrero Barriga