Iba sobre la avenida Circunvalación en un modesto Chevrolet Swift color blanco, de placas EUR-371, cuando dos sujetos en moto lo interceptaron a la altura del barrio El Pueblo y, en pleno movimiento, le asestaron un balazo en la cabeza. Testigos trataron de ayudar a la víctima, sin embargo su muerte se produjo cuando apenas entraba tomada de manos y pies al hospital San Camilo, también en el suroccidente de Barranquilla.
Los hechos corresponden al asesinato del ganadero y arquitecto Fernando César Cepeda Vargas, ocurrido el 22 de agosto de 2003. Ese día, viernes, Cepeda retornaba a las 4 de la tarde de Sabanalarga, su tierra natal, luego de pasar la mañana en su hacienda al lado de María Fortich, amiga suya y de su esposa, María Paulina Ceballos (ver infografía).
Ocurrido el asesinato, poco fue lo que se alcanzó a indagar en torno a sus autores. En ese momento en la ciudad campeaban la corrupción y el paramilitarismo, por lo que era casi imposible dar con el esclarecimiento de un homicidio. Por el oficio de Cepeda, muchos pensaron que su muerte se trataba de un hecho relacionado con sus actividades.
Al mes de la muerte de su esposo, María Paulina Ceballos fue a la Fiscalía a preguntar sobre el caso y el Fiscal asignado le contestó que este se encontraba cerrado y 'que no había nada que hacer'.
Por años, la investigación del homicidio de Cepeda se mantuvo estancada y solo hasta 2011, cuando dos exmiembros de las Autodefensas revelaron en una audiencia de Justicia y Paz quién fue el supuesto autor intelectual del atentado contra el sabanalarguero, la Fiscalía retomó el caso.
En enero de este año, para la comunidad fue impactante cuando la Fiscalía 51 de la Unidad de Delitos Contra la Vida e Integridad Personal de Bogotá ordenó la vinculación de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40; Édgar Ignacio Fierro Flórez, alias Don Antonio; Yonnis Rafael Acosta Garizábalo, alias 28; Rafael Eduardo Julio Peña, alias Chiqui; Reynaldo Orozco Escorcia, alias Rey; Rafael Velilla, alias el Costeño; Juan Carlos Rada Padilla y Silvia Beatriz Gette Ponce, entonces rectora de la Universidad Autónoma del Caribe, en la investigación por el asesinato del ganadero Fernando Cepeda.
Pero, ¿qué tuvieron que ver todos esos exparas, vinculados al frente José Pablo Díaz de las AUC, Gette y el ganadero Cepeda? Resulta que en aquella diligencia de Justicia y Paz, alias Don Antonio y alias 28 coincidieron en que Gette les dio, supuestamente, 150 millones de pesos para que hombres de las filas paramilitares acabaran con la vida de Cepeda. El puente entre la rectora y los ‘paras’ fue, según las investigaciones, Juan Carlos Rada Padilla, quien en esa época trabajaba en la universidad como jefe de seguridad.
El motivo del asesinato, al parecer, eran los intereses que en ese momento existían por la rectoría del centro educativo: Cepeda trataba de que la argentina no se quedara con todo el imperio montado por Mario Ceballos Araújo, el padre de su pareja María Paulina y el esposo de Gette. Mientras, la rectora, presuntamente, trataba de hacer lo contrario. En esa oportunidad también trascendió que quien mató a Fernando Cepeda fue Rafael Velilla, alias el Costeño, otrora sicario de las Autodefensas, hoy preso en la cárcel de Montería.
Así avanza. Abelardo De La Espriella, representante de María Paulina Ceballos, viuda de Cepeda, sostiene que el proceso por la muerte del ganadero tiene aproximadamente el 80 por ciento de la prueba recaudada. Lo que viene en estos momentos es la definición de situación jurídica, es decir si cobijan o no con medida de aseguramiento a Gette por este hecho. Cabe recordar que ella permanece recluida desde marzo en la cárcel de El Buen Pastor de Bogotá, por un supuesto soborno.
El penalista confía en la decisión judicial a favor de las víctimas, pues el material probatorio es contundente. 'Y si a eso le abonamos de que Gette ha tratado de sobornar a testigos para ocultar la verdad, pues es evidente de que hay una responsabilidad muy clara de esta mujer en el asesinato de Fernando Cepeda'.
Cuando el abogado De La Espriella se refiere al soborno es el momento en que aparecen dentro de la historia José del Carmen Gelves Albarracín, alias el Canoso, y el abogado Arcadio Martínez Pumarejo. Al primero, antes ‘coordinador político’ del Frente Resistencia Tayrona de las Autodefensas, le habrían ofrecido una jugosa suma de dinero para que hablara a favor de Gette en torno al caso de Cepeda. En una versión que se conoció hace poco, Gelves habló de una conversación que sostuvo con el también exparamilitar Rafael Julio Peña, alias Chiqui, en septiembre de 2012, en una ocasión en que fue trasladado a la cárcel Modelo, de Barranquilla, para una diligencia de Justicia y Paz. Según dijo, Chiqui le propuso un acercamiento con personas, presuntamente, de la cuerda de Gette para acordar con estos el pago de 300 millones de pesos por su versión a favor de la argentina.
Arcadio Martínez Pumarejo entró en la cadena cuando fue sorprendido en febrero de este año entregándole 250 millones de pesos a un emisario de Don Antonio, dinero que, supuestamente, saldaba un cambio de versión en torno a la muerte de Cepeda y que también tenía como fin beneficiar a Gette. Este movimiento fue delatado a las autoridades por Don Antonio, según versión que él mismo entregó.
En cuanto a las próximas diligencias judiciales, el penalista indica que ahora se espera la definición de situación jurídica de Gette, por la Ley 600. A Arcadio Martínez, por el tema del soborno, lo espera este 27 de agosto la audiencia preparatoria, que es donde se le da inicio formal su juicio.
Añade el abogado De La Espriella que cuando asumió el proceso, 'este se encontraba engavetado, no había nada. Pero hoy se ha logrado enviar a Bogotá a una Fiscalía especializada en antiterrorismo, se han practicados todas las pruebas, y estamos frente a una próxima decisión a favor de las víctimas, porque lo importante son las víctimas porque ellas tienen derecho a la verdad a la justicia y a la reparación'.
'Va a haber justicia': María Paulina Ceballos
Diez años después del asesinato de su esposo, Fernando Cepeda, María Paulina Ceballos califica el momento en que se enteró del hecho criminal, a través de una llamada telefónica, como el peor momento de su vida. En entrevista con EL HERALDO, Ceballos cuenta que desde entonces 'todo cambió para mal'.
¿Antes del homicidio ustedes habían sufrido amenazas directas?
Nunca. Fernando era un hombre sin problemas. Un intelectual y un ser humano excepcional. La única enemiga que tuvo en su vida fue Silvia Gette.
¿A qué atribuye que el proceso judicial solo haya avanzado hasta ahora?
Primero, en Barranquilla reinaba el temor por Silvia Gette. No había abogado o funcionario Judicial que se atreviera a confrontarla. Segundo, apareció en nuestras vidas un ángel, que se llama Abelardo De La Espriella.
Con todo lo que arroja hasta ahora la investigación ¿cuál considera que fue la motivación específica del asesinato?
La ambición desmedida por el dinero y el poder, además del odio de Silvia Gette por nosotros y en especial contra Fernando, porque se atrevió a enfrentarla.
¿Ha sufrido amenazas recientes, a raíz del proceso judicial?
Claro, ya lo he denunciado. Pero le cuento que ya he perdido el miedo. Sólo quiero que se haga justicia.
¿Cree posible que haya justicia por el asesinato?
Va a haber justicia y el veredicto contra Silvia Gette y sus cómplices será contundente. No hay una sola razón que pueda justificar el asesinato de un ser humano.
Por Redacción Judicial