Compartir:

A un lado de la vía entre Las Flores y La Playa fueron encontrados ayer los cadáveres de un hombre y una mujer que estaban embalados en bolsas plásticas negras y amarrados con cinta pegante.

Como sucedió el pasado 16 de junio en esta misma zona, cuando se registró el primero de los casos de personas descuartizadas este año, un vigilante del sector se percató de la existencia de los paquetes.

La diligencia del levantamiento del cadáver fue poco usual. Los miembros del CTI de la Fiscalía no destaparon las bolsas al considerar que había elementos en el lugar que podrían llevar a los responsables de este hecho.

'La cinta con la que amarraron las bolsas podrían tener huellas de las personas que cometieron este asesinato', indicó una fuente del CTI.

En horas de la tarde llegaron a Medicina Legal los familiares de la pareja que el pasado jueves en la noche había desaparecido, para establecer si eran las víctimas.

En efecto, fuentes oficiales confirmaron que se trataba de Jaime Alberto Pérez Charris, de 35 años; y Luisa Fernanda Yepes Aranda. Ellos salieron juntos de su residencia en el barrio Paraíso, con su bebé de cinco meses de nacida.

Según allegados a la familia, se fueron en un taxi y se comunicaron a las 7:30 de la noche con el hijo mayor de Pérez. 'Le dijo que estaba en un restaurante ubicado en la calle 70 entre carreras 52 y 51', indicó un investigador del caso.

Después de esa llamada no se supo más nada de su paradero, incluso sus celulares estaban apagados. A la una de la madrugada del día siguiente un hombre llegó a un edificio en la carrera 64 con calle 84, donde viven familiares de la pareja, y le entregó la bebé al portero, diciéndole que debía dársela a la abuela.

Autoridades indicaron que la muerte se produjo por asfixia mecánica, y que el móvil podría ser una venganza.

Parapolítica, extorsión y homicidio. Sobre Jaime Pérez Charris se conoció que fue testigo protegido de la Fiscalía en el caso contra el exsenador Dieb Maloof, destituido por vínculos con el jefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40.

Pérez Charris rindió testimonio ante la Corte Suprema de Justicia sobre Maloof, dado que perteneció a las Autodefensas, según informe publicado por la revista Semana. En esa investigación periodística, esta persona señalaba que estaba viviendo un infierno por haber colaborado con la justicia debido a que era víctima de amenazas y no había recibido el apoyo prometido.

Al parecer, también fue uno de los testigos falsos en el proceso que llevó la Fiscalía contra el contralmirante (r) Gabriel Arango Bacci, señalado de tener vínculos con narcotraficantes del cartel del Norte del valle.

En las publicaciones nombran a este testigo como Jaime Pérez, quien aseguró que el alto oficial se había reunido entre octubre de 2000 y enero de 2001 en Santa Marta, con un narcotraficante conocido como Boliche. Meses después se retractó de estas afirmaciones, diciendo que la Fiscalía le había ofrecido prebendas para enlodar al oficial de la Armada.

En julio de este año, Pérez, conocido con los alias de el Mono o el Doctor, fue capturado junto a otras tres personas por extorsión, cuando recibían el dinero que le exigían a un comerciante a nombre de los Rastrojos. De hecho, en su momento se estableció que actuaban bajo las órdenes de alias Arturo.

Por este hecho tres de los extorsionistas fueron enviados a prisión, mas a Pérez Charris le dieron casa por cárcel.

Una fuente confirmó que también era investigado por el asesinato de Moisés Trespalacios Cure, administrador de una compra venta de autos, ocurrido el pasado 27 de junio.

Además de la extorsión tenía anotaciones por falso testimonio, que data de 2007, y abuso de confianza, de este año.