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Un niño de siete años que esperaba a su abuela que acababa de salir en una canoa hacia el barrio Las Flores, murió ahogado al lanzarse al río Magdalena para darse un baño, en la mañana de ayer.

El menor, cuyo cuerpo no ha sido rescatado, estaba acompañado de su hermano de 12 años y un primo de 10, quienes intentaron infructuosamente rescatarlo.

Según contaron familiares de la víctima, los tres niños estaban con su abuela América Caballero en las casas de pilotaje, ubicadas al otro extremo del río Magdalena, frente a Las Flores.

La mujer los dejó solos por un momento mientras atravesaba el río para realizar una rápida diligencia en el barrio.

Los niños se quedaron al cuidado de un vecino y estaban sentados en una canoa a la orilla del río, mientras esperaban a la mujer.

De repente, el pequeño que murió entró al agua pese a que su hermano y su primo le advirtieron que no lo hiciera, debido a que la corriente era fuerte.

De acuerdo con uno de los niños, el menor fue absorbido por los remolinos que formó un barco que navegaba por el sector justo cuando se estaba bañando.

Al ver que el pequeño era tragado por el río, su hermano y su primo, sin pensarlo, se lanzaron al agua para ayudarlo, pero la corriente era tan fuerte que también empezó a arrastrarlos a ellos. Unos pescadores que estaban cerca, en una canoa, lograron auxiliar a dos de los niños, pero el otro no corrió con la misma suerte. Su cuerpo no volvió a salir a flote.

El primo y el hermano del menor ahogado fueron llevados a sus casas en el barrio Las Flores, mientras que los familiares y algunos pescadores iniciaron la búsqueda, labor en la que intervienen guardacostas de la Armada.

Los niños residían en la carrera 85 con calle 109A del barrio Las Flores y solían atravesar el río con frecuencia para visitar a su abuela.