Enilse López Romero llevaba sobre su cuerpo un abrigo de piel gris con manchas marrones y una muñeca rubia vestida de escocesa. Eran las 6 de la tarde de ayer cuando el piloto de la avioneta medicalizada de matrícula HK 4921 prendió los motores para trasladar a la empresaria del chance condenada por homicidio, desde Bogotá hasta Barranquilla, por orden del Inpec.
Previamente, los funcionarios penitenciarios la sacaron de la clínica de Soacha donde estaba recluida desde septiembre pasado y la transportaron hasta el aeropuerto militar de Catam, en la capital del país. Al aeropuerto Ernesto Cortissoz arribó a las 8:10 de la noche, en medio de una brisa que por momentos se tornaba fría y con una luna llena que impresionaba. Se alcanzaba a ver a la muñeca rubia empacada en una bolsa verde.
Con curiosidad por la presencia masiva de periodistas, los usuarios del terminal aéreo se detenían a preguntar qué pasaba, pues su arribo coincidió con un vuelo nacional abarrotado de viajeros.
Catorce minutos más tarde la caravana de vehículos comenzó el recorrido que la dejó en su nuevo sitio de reclusión: el hospital Cari de Alta Complejidad, ubicado en el barrio Los Andes.
Por lo menos 20 uniformados hicieron parte del operativo, con dos vehículos de la Policía Metropolitana, dos van del Inpec y dos ambulancias (una del aeropuerto y otra de la empresa Amvif).
El operativo en Barranquilla fue supervisado por el subdirector del ente penitenciario, coronel Alejandro Murillo, acompañado por el comandante operativo de la Policía local, coronel José González. Los oficiales se abstuvieron de hablar sobre el procedimiento.
(El subdirector del Inpec supervisando el operativo).
De esta manera el Inpec dio cumplimiento a la decisión impartida el 31 de diciembre del año pasado por un juez de Fusagasugá que argumentó problemas graves en la salud de la condenada.
La remisión a Barranquilla de la matrona del chance ha despertado suspicacias por la agitación de la contienda electoral para el Congreso y la Presidencia de la República, dada la influencia que siempre ha tenido en el ámbito político.
Llegada al Cari. A las 8:45 de la noche, la caravana que traía a López hizo su arribo a las instalaciones del Cari de alta complejidad.
La ambulancia que transportaba a la empresaria del chance ingresó por el parqueadero principal del centro asistencial. De inmediato, los vigilantes del recinto restringieron la entrada y salida de personas, mientras las luces de ambulancias y patrullas permanecían encendidas.
Afuera, vecinos del centro asistencial y empleados de farmacias contiguas llenaron de inmediato la entrada. Con curiosidad, preguntaban por el 'montón' de ambulancias, creyendo que se trataba de un grave accidente. Pero al escuchar de voz de otros que se trataba de la remisión desde Bogotá de la empresaria conocida también como la Gata, algunos empezaron a retirarse de la puerta. El resto miró con curiosidad a través de los barrotes del portón de acceso al parqueadero, tratando de conseguir la mejor vista para detallar al 'personaje'.
Minutos más tarde entró por la puerta principal el abogado Diego Muñetón, representante de López, quien prefirió no dar declaraciones a los medios de comunicación.
A la vez llegaron dos camionetas con escoltas de la empresaria del chance. Se trataba del mismo personal que la acompañó durante su estadía en la clínica Reina Catalina, en el norte de Barranquilla, hasta su salida en septiembre pasado. Al finalizar el operativo de traslado, la opinión de algunos vecinos fue: 'ahora les viene camello a los vigilantes del Cari, tienen que estar pendiente de quién entra y quién sale'.
Los costos. Consultado por EL HERALDO, el Inpec reveló las cifras de lo que le cuesta a esa entidad y al sistema de salud custodiar a la empresaria del chance en condición de rea y paciente.
Para vigilarla en las instalaciones de un centro clínico se requiere la participación de ocho guardias repartidos en dos turnos de doce horas. El costo de cada vigilante es de 106 mil pesos por jornada laboral, es decir, un total diario de 848 mil pesos en solo custodia.
Los precios de servicio del avión ambulancia o medicalizado de la EPS, así como de las ambulancias que en tierra movilizan a López Romero entre hospitales y aeropuertos es cercano al millón y medio de pesos.
En total, el traslado costó cerca de 30 millones de pesos, la misma cifra que el Estado asumió cuando Enilse López fue enviada de Barranquilla a Bogotá. Previamente a la llegada al aeropuerto de Catam en Bogotá, el Inpec había dispuesto de doce guardias, dos camionetas D-Max y dos motocicletas, además, lógicamente, de la ambulancia y el personal paramédico requeridos.
A nivel del mar. El fallo del juez de Fusagasugá se basó en las valoraciones de médicos de Caprecom que establecieron que la condenada debía estar a nivel del mar debido a la insuficiencia cardíaca que padece, sumada a su hipertensión arterial y desnutrición crónica. En su momento, allegados a López dijeron además que estaba sufriendo 'un trastorno de adaptación'.
La decisión judicial, recientemente impugnada por la Procuraduría, fue tomada a pedido de la defensa de la Gata.
Pese a esto, Medicina Legal ha insistido en que López no tiene una condición grave y que, incluso, puede estar en un centro de reclusión.
La condena
La sala penal de la Corte Suprema de Justicia dejó en firme la condena de 37 años y medio de prisión proferida por el Tribunal Superior de Bogotá en contra de la empresaria del chance Enilse López. En primera instancia ya había sido condenada por el Tribunal Superior de Bogotá por los delitos de concierto para delinquir y homicidio. De acuerdo con la investigación de la Fiscalía, el 12 de junio de 2000, en la vía que de Sincelejo conduce a Cartagena, hombres armados pertenecientes a al Autodefensas dispararon contra el vigilante Fabián Ochoa. La Fiscalía, determinó que López estaba vinculada al homicidio.