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Dentro del vehículo que manejaba, un taxi de placas UAR-579, quedó el cadáver de Osward Rafael Rivera Lugo, de 30 años, luego de ser víctima de cuatro impactos de bala.

Rivera murió en el acto, a las 8:30 de la noche del pasado miércoles, tras ser abordado por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta Bóxer azul, a la altura de la carrera 83 del barrio San Fernando, sector Medellín.

Según testigos, el taxista detuvo su paso, al parecer, debido a una falla mecánica. Los autores materiales del crimen aprovecharon la parada y, a quemarropa, cumplieron con su objetivo.

Osward, según algunos conocidos, minutos antes de ser asesinado había estado en un lavadero de carros, ubicado cerca del lugar en el que se produjo el crimen.

Inicialmente, de acuerdo con las primeras hipótesis, las autoridades relacionaron el homicidio del taxista con un supuesto atraco al que se habría opuesto. Sin embargo, esta versión fue descartada con el paso de las horas.

Según el coronel Álvaro Bermúdez, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, las circunstancias en las que se produjo el homicidio serían muy distintas a las de un atraco.

De acuerdo con lo expresado por el oficial, quienes se dedican a asaltar a taxistas suelen montarse en los vehículos de sus víctimas y, valiéndose de cualquier descuido, amenazan con armas de fuego para apropiarse del producido del día.

Sin embargo, en el hecho que le costó la vida a Rivera, quienes se encargaron de perpetrar el crimen se movilizaban en una moto. Además, según la Policía, los homicidas no hurtaron ninguna de las pertenencias del taxista.

A pesar de que dinero y objetos de valor del taxista no fueron encontrados en la escena del crimen, según la Policía, los responsables habrían sido algunos habitantes del sector Medellín, quienes, valiéndose de que Osward había sido asesinado, se acercaron para robar.

La Policía no reportó ninguna captura por este asesinato.

Habla la familia. Alcides Lugo, abuelo de la víctima, manifestó no tener conocimiento de amenazas contra su pariente.

Dijo que se enteró de la trágica noticia a las 8:00 de la mañana de ayer, luego de recibir la llamada de un hijo que reside en San Andrés.