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Los continuos desórdenes que se presentan en la cárcel La Vega de Sincelejo llevaron a las autoridades a realizar un Comité de Seguimiento Penitenciario en el que pudieron concluir que además del hacinamiento otro de los problemas que golpea fuerte al centro de reclusión es el microtráfico.

El caso más reciente ocurrió la tarde del lunes, cuando cerca de 350 internos del patio tres y otros que están aislados en los calabozos se subieron a la azotea del penal en medio de una trifulca, al principio se creía que la intención era fugarse, pero esta no es la hipótesis manejada por la guardia del penal.

El hecho se presentó a la 1:10 de la tarde y de inmediato la guardia del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) reaccionó haciendo disparos al aire y lanzando gases lacrimógenos, por lo que en cuestión de minutos la situación fue superada y los internos, que cubrieron sus rostros, volvieron a sus sitios de reclusión.

El dragoneante Jonatan Duván Bolívar, de 24 años, al intentar tomar el control de la situación se cayó de la azotea sufriendo fuertes golpes que lo mantienen internado en la Clínica Santa María.

El teniente Nelson Gutiérrez Cova, encargado de la dirección de La Vega dijo que todo se presentó porque varias personas que se ubicaron en el área perimetral de La Vega lanzaron droga hacia al interior causando peleas entre los internos.

Informó que están aunando esfuerzos con la Policía para buscarle solución a este problema del microtráfico que se presenta tanto en el interior como en inmediaciones del centro carcelario.

Sostuvo que en la actualidad hay 1.239 internos y la capacidad de la cárcel es 530, por lo que están escasos de personal que los custodie, aunque no quiso revelar las cifras. En el 2012 un solo dragoneante tenía a su cargo 17 reclusos.

Por su parte, Lía Escudero Barboza, la única juez de Ejecución de Penas en Sucre, puso en la mesa su preocupación por la congestión en el despacho que tiene a su cargo, a la fecha tiene 3.323 procesos y 800 por radicar.