Cuatro patinadores colombianos vinculados a la Liga de Patinaje del Atlántico que se encuentran compitiendo en Europa sufrieron un percance.
De acuerdo con familiares de uno de los deportistas, el pasado jueves al mediodía los jóvenes dejaron sus pertenencias guardadas en un vehículo que alquilaron y se fueron a almorzar cerca de la Torre Eiffel, en París.
Al regresar encontraron que uno de los vidrios de la parte trasera del vehículo estaba partido y faltaban tres de los cuatro maletines en los que estaban guardados tres juegos de patines con las ruedas.
También les robaron dos pasaportes, tres cascos, licras, medicinas y 4.200 euros en efectivo, equivalentes a unos 11 millones de pesos colombianos. La denuncia fue instaurada por los afectados por un monto de 8.760 euros debido a que los daños del vehículo no los cubre el seguro.
Uno de los deportistas víctimas del millonario robo es el barranquillero Álex Cujavante Luna, campeón del mundo en la categoría juvenil en evento que se realizó en Ostende, Bélgica, en 2013.
El joven deportista que ya ganó medalla de oro en la ciudad de Geisingen, Alemania y bronce en Tolouse, Francia, competencias que corrió la semana pasada, tuvo que participar el viernes en otra carrera con patines prestados, con los que logró clasificar a la final que se disputa hoy en horas de la mañana.
A raíz de la pérdida de sus implementos deportivos, los jóvenes están preocupados porque aún les resta participar en las competencias que se llevarán a cabo en Frankfurt, Alemania; Heerde, Holanda y Mechelen, Bélgica, por lo que deberán permanecer 15 días más en Europa y sin dinero.
En conversación con Diego Rojas, otro de los patinadores víctima de los delincuentes, el deportista indicó que se encuentran bien de salud, pero 'un poco mal de ánimos' por lo sucedido.
Al evento, tanto Álex Cujavante como Diego Rojas llegaron con el apoyo que les brindó la Secretaría de Deportes y la Alcaldía de Barranquilla.
Los otros dos competidores, menores de edad, están participando en la Copa Europea con el apoyo económico que les están brindando sus padres.
Incluso a uno de ellos le enviaron 78 euros que fue el costo del pasaporte provisional que les otorgó el consulado en París.