Compartir:

Una especie ‘montaña rusa’ de emociones se vivió ayer durante las últimas horas de velación y en el sepelio de la patrullera de la Policía, Kelly Rocha Rago, que murió el pasado 19 de septiembre en la estación de Majagual, en un aparente caso de suicidio, aunque para su familia se trató de un homicidio.

Previo a la eucaristía que se celebró en el patio de la funeraria Capillas de la Fe (antes La Ascensión), la voz de Sair Güete Rago se impuso entre los sollozos de la familia, cuando frente al ataúd forrado con la bandera tricolor entonó la canción Como quien pierde una estrella, popularizada por Alejandro Fernández.

Ayayayayaaay/ Ay, quiero que se oiga mi llanto/ como me dolió perderte después de quererte tanto …

De repente, la melodía fue acompañada por los gritos de los familiares, amigos y conocidos de la patrullera, manifestando su descontento por su muerte.

'¡Justicia, justicia! Que dé la cara el asesino, nos van a tener que matar a todos, pero la verdad se tiene que conocer ¡Justicia, que dé la cara el cobarde, que acepte que la asesinó! ¡Justicia, justicia!' , decían los presentes.

A las 10:30 de la mañana comenzó la eucaristía en la que se honró la memoria de esta joven de quien, dicen quienes la conocieron, era muy despierta, entregada y buena consejera.

A la ceremonia religiosa asistieron el coronel José González, comandante operativo de la Policía de Barranquilla, otros oficiales y un grupo de patrulleros.

Al momento de salida del ataúd, a todo pulmón y como si las palabras escaparan de lo más profundo de su corazón, Jorge Medina, el prometido de la patrullera, antes de que los restos mortales partieran hacia el campo santo le dedicó a partes de la canción Amor Eterno.

'Tarde o temprano estaré contigo para seguir/ amándonos…', entonó.

Tres buses de la Policía y otros dos de servicios especiales, varios vehículos particulares, motocicletas que no pararon de sonar sus cornetas, se tomaron las calles desde este sector de la carrera 53 con calle 59 hasta llegar a la sede sur de Jardines de la Eternidad.

Con una calle de honor integrada por patrulleras de la Policía fue recibido el cortejo fúnebre que hizo su arribo al camposanto a las 11:30 de la maña bajo un sol inclemente.

¿Traslados en Sucre? Maribel Rago, la madre de Kelly, sostuvo que a tres amigos de su hija, también miembros de la institución y el teniente Jonathan Cáceres, a quien la familia señala de haber acosado a la joven, fueron trasladados.

No obstante, hasta el momento no ha habido un pronunciamiento oficial sobre este hecho de parte de la institución.

la crisis del prometido. En el momento en que el féretro inició su lento descenso, Medina, el hombre con que la patrullera tenía pensado contraer matrimonio el próximo 27 de noviembre, se descontroló por completo y entre gritos y forcejeos se aferró con todas sus fuerzas al ataúd.

Entre varios asistentes a la ceremonia y algunos uniformados, lograron contener la explosiva manifestación emocional del joven patrullero que ayer en más de una ocasión tuvo que ser sostenido por varias personas.

En medio de las manifestaciones de dolor que en ese momento llegaron a su punto más álgido, Leidy, la hermana menor de la patrullera, se desplomó en un par de ocasiones.

Al fondo los acordes de la canción Amigo, interpretada con instrumentos de viento y cuerdas por un grupo de mariachis, fungía como una especie de potenciador de los sentimientos de ausencia, tristeza y de dolor.

'Tú eres mi hermano del alma, realmente el amigo/ que en todo camino y jornada está siempre conmigo…'

Grey Cera, una de las mejores amigas de Rocha, entre lágrimas y de forma reiterativa repetía una especie de doloroso estribillo: 'Me la mataron, me mataron a mi amiga. No te voy a volver a ver, no te voy a volver a ver…'

En ese momento los mariachis entonaban el coro de la canción: 'No preciso ni decir todo esto que te digo/ pero es bueno así sentir que eres tú mi gran amigo...'

'No bajaremos la guardia'.Yeri Rocha Nigro, el padre de la patrullera, dijo que pese que la familia accedió a sepultar a la joven, no bajará la guardia en su propósito de esclarecer su muerte.

'Hasta ahora no hemos recibido ningún papel, ninguna copia de nada ni de la necropsia. Toda Colombia sabe lo que le pasó a Kelly. Presidente Santos, general Palomino: la muerte de mi hija no debe quedar impune', apuntó visiblemente conmocionado al observar como los sepultureros echaban tierra sobre el ataúd en que reposan los restos de su hija.