La exhumación el viernes de los restos del exsenador y fundador de la Universidad Metropolitana de Barranquilla Gabriel Acosta Bendeck, a fin de determinar si su muerte fue a causa de un homicidio, causó sorpresa en la ciudad luego de que EL HERALDO diera a conocer hoy esta noticia en primicia; sin embargo, la hipótesis de un posible asesinato la vienen manejando sus hijos Alberto Enrique Acosta Pérez e Ivonne Acosta Acero, prácticamente desde el mismo día del fallecimiento.
Acosta, de 84 años, murió en agosto del año pasado al parecer tras un accidente doméstico.
El supuesto homicidio al que se refieren ahora los hermanos Acosta fue denunciado formalmente en la Fiscalía en diciembre del 2014.
En el escrito, que ya está en proceso de investigación preliminar y al cual tuvo acceso EL HERALDO, los hijos de Acosta Bendeck manifiestan 'que tienen motivos fundados para considerar que nuestro padre no murió de muerte natural, sino violenta'.
Según el análisis que hacen los hermanos Acosta, las lesiones 'en miembros superiores' de que habla la historia clínica les hace inferir que su padre asumió una postura de defensa ante un posible ataque, es decir, que el exdirigente conservador fue blanco de golpes.
El día de su muerte Acosta Bendeck se encontraba en compañía de su esposa Soraya Corzo Pinto.
La duda por las dos versiones
De acuerdo con lo que manifiesta en la denuncia Alberto Enrique Acosta Pérez, uno de los elementos que le generan dudas acerca de la real causa de la muerte de su padre son las dos versiones que afirma le entregó la señora Corzo sobre lo que pasó el 10 de agosto en el hogar de la pareja.
'La primera versión me la proporcionó en la sala de urgencia de la clínica. Afirmó que estaban en el cuarto de la casa, ella tomándose un trago de whisky y él una cerveza, y que habían pedido comida a un restaurante árabe.
'Que la comida llegó, se la sirvieron en el comedor y salieron del dormitorio para la sala. Ella iba adelante y él atrás. Entonces, dice ella, mira hacia atrás y ve que mi padre se desploma.
'Trató de sostenerlo, pero no pudo, debido al peso de él, y se golpea con el escalón en la entrada de la sala. Ella gritó llamando al vigilante y entre los dos le dan los primeros auxilios'.
De acuerdo con este mismo relato, Soraya Corzo llama inmediatamente a William Sánchez Rincones, médico tratante de Acosta Bendeck, y ambos lo trasladaron en ambulancia a la clínica Altos de San Vicente.
Alberto Acosta Pérez sigue relatando en su denuncia que una segunda versión de lo que pasó con su padre se la dio Soraya Corzo el 15 de septiembre en la gerencia del Hospital Metropolitano.
'La señora me cambió la versión, afirmó esta vez que ellos estaban en la alcoba, iban a salir al comedor, mi papá se tropieza y se golpea con el marco de la puerta de la alcoba y queda inconsciente, que ella llama al vigilante y le ayuda a dar los primeros auxilios'.