Un nuevo amotinamiento ocasionado por internas del Centro de Rehabilitación Femenino El Buen Pastor se registró ayer a las 8:30 a.m. La revuelta se presentó, según algunas internas, por supuestos malos tratos durante una requisa a la que fueron sometidas el pasado lunes.
Ya son tres las veces en que las reclusas se amotinan. La primera ocasión fue el 30 de octubre de 2014 y la segunda ocurrió el pasado 16 de enero. En esa ocasión la directora del penal, Laura De Andreis, denunció amenazas de muerte contra algunas guardianas por parte de un grupo de diez reclusas.
Desde la azotea del centro de reclusión, Mónica Vergara Vanegas, una interna que lleva dos años y seis meses privada de la libertad, gritaba ayer que había sido golpeada por los guardianes en el ojo derecho y en un brazo. Junto a ella se encontraba otra reclusa que también denunciaba malos tratos.
'Por qué me tienen que agredir así, ni una ampolla me han dado para el dolor; tengo tres hijos, tengo disciplina ejemplar, no tenían que pegarnos, he estudiado aquí, no he perdido el tiempo', gritaba Mónica Vergara.
Otras internas denunciaron que desde el lunes en la tarde no les habían dado comida y les tiraron gases lacrimógenos que las afectó.
Familiares de las internas que se acercaron al centro de reclusión para conocer el estado de sus seres queridos también denunciaron supuestos malos tratos.
'Ellas no son animales, son seres humanos. Mi hija tiene problemas con los pulmones y se estaba asfixiando por los gases lacrimógenos que les lanzaron anoche', afirmó Mercedes Galvis.
Edilberto Galván, cuya esposa se encuentra recluida en la cárcel para mujeres, afirmó que su pareja es hipertensa y desde el lunes no le habían dado la medicina que necesita para regular la presión.
A las 9:30 a.m., guardianes del Inpec llegaron al lugar y retomaron el control del penal. Funcionarios de la Defensoría del Pueblo también hicieron presencia en el lugar para verificar que se respetaran los derechos de las internas.
'No hubo maltratos'.
Laura De Andreis, directora del Centro de Rehabilitación Femenino El Buen Pastor, dijo que no hubo maltratos ni violaciones de derechos humanos por parte de miembros del Comando de Reacción Inmediata del Inpec, CRI.
De acuerdo con la funcionaria, las reclusas se amotinaron debido a que durante la requisa que se les hizo les fueron incautadas navajas, droga y celulares.
'Esta situación se viene denunciando desde octubre. Las autoridades nos han apoyado y dado la razón de que esas internas sindicadas que son ocho, son de alto peligro y no pueden estar en un centro de rehabilitación como el Buen Pastor'.
De Andreis aseguró que las reclusas ya están plenamente identificadas y que además son consumidoras y expendedoras de droga.
'Se la pasan delinquiendo al interior del patio, roban y extorsionan a otras internas y ya han herido a dos reclusas que se han negado a darles plata', puntualizó.