En diálogo con EL HERALDO, Deivis Solano Gómez entregó un conmovedor testimonio de cómo a él y a las dos víctimas mortales, Roberto Carlos Sánchez Salazar, de 15 años y Julio César Marenco Martínez, de 60 años, se les vino encima un alud de tierra y piedras que los sepultó.
'Yo salí a las 8 de la mañana de mi casa hacia el cerro Los Nísperos a realizar mis labores como ‘carromulero’. Siempre recojo arena para ganarme el pan de cada día. Allí había una especie de cueva que se había formado por la actividad que hacen a diario todos los que vivimos de la arena', explicó Solano Gómez.
El sobreviviente afirmó que cuando él llegó al sitio, el señor y el joven que resultaron muertos por el alud, ya estaban dentro de la cueva sacando arena.
'Yo también me fui al mismo punto, pero justo cuando estaba saliendo sentí que se me vino el mundo encima y la arena me sepultó hasta los hombros. Por fortuna no alcancé a perder el conocimiento. Miré hacia atrás y no vi ni al señor ni al joven. En medio de mi agonía empecé a orar por ellos dos; sabía que el impacto fue fuerte, ya que el barranco se vino todo encima. Oré cada vez más y más por ellos, pero ya casi no podía ni pensar porque sentía que desfallecía, pero fue ahí cuando gracias a Dios llegó mi ayudante con mi hermano y con una pala me desenterraron', relató.
Luego, aseguró el sobreviviente, cuando ya estaba fuera del barranco, miró hacia atrás y vio que no podían sacar al joven y al adulto mayor que sí quedaron sepultados.
'Me llevaron en una camilla hacia la clínica Campbell y allá me enteré que los habían sacado de la cantera y estaba junto conmigo en la clínica Campbell, pero después me enteré que habían muerto', comentó.