El sepelio de Hernán Abram Torres Vega, el niño de 5 años asesinado en área rural del municipio de Fonseca, se convirtió en una protesta por la consternación que causó el crimen entre los habitantes de esta población del sur de La Guajira.
A las 7 de la noche del martes comenzó el cortejo fúnebre, que recorrió la avenida Francisco De Paula. Con gritos, los dolientes rechazaron la forma como fue encontrado el cuerpo del menor: descompuesto y tapado con hojas de plátano.
Los compañeros mototaxistas de Rodolfo Antonio Torres, padre del infante, lo acompañaron con el sonido de los pitos de sus vehículos. Y estudiantes del Sena hicieron una calle de honor cuando el féretro era ingresado al cementerio de Fonseca.
Magalis Pitre afirmó que 'este ha sido un acto aberrante, que no tiene palabras como describirlo y que no tiene perdón para quien lo hizo'.
El menor estaba desaparecido desde el pasado 28 de abril, mientras se encontraba con una hermana y el novio de ella, un adolescente de 17 años que fue aprehendido como sospechoso de matarlo.
El joven detenido está a la espera de la audiencia de imputación de cargos en su contra, en Riohacha.
El padre Leonardo Fajardo, párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, sostuvo que 'los menores no deben ser víctimas de maltrato ni abuso, por eso hago un llamado a los padres para que tengan más cuidado'. SGB