Los cinco hijos de Abelardo Díaz Díaz aseguran que tan duro como fue la muerte de su padre, resultó también para ellos y el resto de la familia escuchar las palabras del comandante de la Policía Metropolitana, coronel Ramiro Castrillón, quien afirmó ante los medios que una de las hipótesis sobre los autores del homicidio apuntaban hacia los propios familiares de la víctima.
Díaz Díaz fue hallado muerto con golpes y múltiples heridas de arma cortopunzante, el domingo 17 de mayo en el interior de su negocio, bar y billares El Triunfo, situado en la calle 29 con carrera 39, sector de El Boliche.
De acuerdo con las declaraciones que el alto oficial entregó el martes pasado a los periodistas, los motivos del asesinato tendrían que ver por la disputa de un dinero que Abelardo Díaz había ganado con el acierto de un billete de lotería.
'No hay nada más fuera de la realidad que lo dicho por el coronel Ramírez. Esto es absurdo, somos una familia unida, y jamás a ninguno de nosotros se nos pasaría por la cabeza un hecho tan macabro como matar a nuestro propio padre', afirmó a AL DÍA Yaquira Díaz Arias, hija del occiso.
Abelardo Díaz Díaz, nacido hace 65 años en Zapatoca (Santander), mantuvo hasta el día de su muerte una buena relación con sus hijos: tres mujeres y dos hombres, aseguran estos.
'Lo que dijo la Policía a través de su comandante ha perjudicado nuestra reputación, hasta en las redes sociales hemos sido objeto de críticas e insultos. El coronel dijo eso sin ninguna prueba', agregó Yaquira.
REPARTIÓ EL DINERO
La supuesta disputa familiar por el premio gordo de la lotería que su padre había ganado nunca sucedió, coinciden los familiares.
Yaquira Díaz confirmó que Abelardo Díaz sí ganó la lotería hace dos meses aproximadamente, y que por obvias razones esto fue motivo de regocijo para toda la familia.
'Nunca le pedimos nada de ese premio a mi papá. Tampoco nos dijo cuánto dinero se había ganado, lo que sí hizo fue comprarnos una casa a cada uno de sus hijos, y con lo que le quedó compró el billar en el que lo mataron', explicó la hija del comerciante asesinado.
Afirman los hermanos Díaz Arias que el supuesto móvil del dinero tras la muerte de su padre no tiene ningún fundamento, ya que para la fecha del asesinato a este no le quedaba plata, pues la había gastado en el regalo de viviendas a sus hijos, en la compra del negocio, y en la reparación que le hacía al mismo.
‘QUE LA POLICÍA SE DISCULPE’
Los miembros de la familia Díaz permanecen contrariados y adoloridos con las declaraciones del comandante policial, y piden por lo menos una rectificación pública.
'Mi padre quería mucho a sus hijos y nosotros a él, y así nos lo demostró, por eso hoy queremos que cuando se aclare la responsabilidad del asesinato de mi padre, la Policía a través de su comandante salgan a pedirnos disculpas por insinuar que la familia tenía relación con el crimen', señaló la joven Yaquira Díaz.
¿PERO QUIÉN Y POR QUÉ MATÓ A DÍAZ?
Ante el desmentido a la Policía por parte de la familia Díaz, el interrogante obvio que surge es ¿quién y por qué mató al santandereano?
Tal parece que tanto para la familia como para la Policía, el crimen está casi aclarado, o por lo menos eso es lo que se ha podido conocer de la investigación.
Las sospechas recaen sobre uno de los albañiles que laboraba en la remodelación del negocio de Abelardo.
En las indagaciones sobre lo ocurrido el pasado domingo 17 de mayo, se pudo establecer que a las 6:00 de la mañana vieron entrar al establecimiento a uno de los trabajadores, y tiempo después lo vieron salir de manera presurosa.
Quien entró al billar fue Yecith Alberto Suárez Suárez, un albañil de 31 años, que tenía 15 días trabajando en la adecuación del sitio.
Había llegado recomendado por el maestro de obras que tenía a cargo las refacciones.
'El jefe de los trabajos era un señor al que le dicen ‘el Guajiro’ o ‘el Aguao’. El fue el que trajo a ese muchacho, le dijo a mi papá que era sobrino de él y de su confianza', recordó la hija del comerciante asesinado.
Al maestro de obras le preguntaron qué había ido hacer Yecith Suárez al billar el día del asesinato, pero este aclaró que no era su sobrino, y que desde ese día (el del crimen), desconocía su paradero.
CONFESÓ LO QUE HIZO
Las sospechas sobre el albañil se reforzaron cuando comerciantes del Boliche afirmaron haberlo visto salir del billar un día que no era laboral.
Ante la presión de las autoridades y la de su misma familia, Yecith Alberto Suárez Suárez se comunicó con ‘el Guajiro’ y le confesó que él era quien había asesinado a Abelardo Díaz.
Según esa versión, el día del crimen el sujeto entró como a las 6:00 de la mañana al billar, y sostuvo una riña con Díaz.
Dijo que se ‘enloqueció’ y lo atacó con el pico roto de una botella de Costeñita.
La agresión fue a la altura del cuello, y luego lo golpeó en la cabeza con el bacín que iba a instalar en el negocio. Después escapó.
En la llamada que le hizo a su empleador, el confeso asesino le aseguró que estaba arrepentido de lo que había hecho, y que el jueves al mediodía (21 de mayo) se entregaría a las autoridades para aclarar lo sucedido.
También le manifestó que la riña se había generado por diferencias en los trabajos que venían realizando en el establecimiento, y no por robarlo.
Sin embargo, ese jueves Suárez Suárez no se entregó, tampoco el viernes; lo hizo ayer sábado a las 9:00 de la mañana.
Se presentó voluntariamente, acompañado de varios familiares, a las instalaciones de la URI y se sometió a la justicia. Tras la entrevista con el fiscal fue llevado a audiencia de control de garantías. Allí el Fiscal 4 seccional URI le imputó cargos por el delito de homicidio. Frente a la solicitud del ente acusador el juez 17 de control de garantías, Delio Nieto, le dictó medida de aseguramiento en la Penitenciaría de El Bosque. El joven albañil le pidió perdón a la familia una vez terminada la audiencia.