La historia de Nodier Giraldo Giraldo en el paramilitarismo comenzó muy temprano. Tenía apenas 16 años cuando fue reclutado por su tío, Hernán Giraldo Serna, alias el Patrón -el extraditado jefe del Bloque Resistencia Tayrona-, para que hiciera parte de su grupo ilegal, las Autodefensas Campesinas del Magdalena y La Guajira.
Con el paso de los años y la experiencia ganada se convirtió en jefe financiero. Se mantuvo en esa posición cuando el grupo se convirtió en frente y, luego, cuando el frente se volvió bloque, al separarse de las Autodefensas Unidas de Colombia que lo absorbió por orden de la casa Castaño.
Giraldo Giraldo, conocido como el Cabezón, no por su apariencia física sino por la cantidad y la importancia de los datos que almacenaba en su memoria y por su destreza con los números, permanece en estos momentos en el búnker de la Fiscalía en Bogotá tras ser deportado por el gobierno de Estados Unidos, donde permaneció 7 años pagando una condena por tráfico de estupefacientes.
En cuestión de días podría ser trasladado a la cárcel Modelo de Barranquilla, como lo pidió la sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla, para efectos de que continúe con su proceso como postulado de justicia transicional. Pero también existe la posibilidad de que su defensa pida la validación de su tiempo en EEUU dentro del proceso, por lo que estaría cerca de la libertad.
Su rol al lado de su tío fue tan importante que fue él quien entregó en versiones libres a la Fiscalía Novena de Justicia y Paz, dirigida hasta hace poco por Zeneida López Cuadrado, antes de ser extraditado, detalles de las finanzas del grupo ilegal. Fuentes de la Fiscalía contaron que incluso, en la cárcel en EEUU, no solo era un apoyo para el Patrón, le recordaba nombres y le puntualizaba fechas, sino también una especie de protector.
Las cifras del Cabezón, consignadas en los archivos de la Unidad de Justicia Transicional en Barranquilla, dan cuenta de que entre 1995 y 2005 ese bando paramilitar percibió 141 mil 19 millones de pesos.
El dinero, le indicó a la Fiscalía, fue producto de extorsiones a comerciantes de Santa Marta, bananeras, tiendas, hoteles y fincas. Y aunque los cabecillas del bloque siempre han indicado que nunca produjeron estupefacientes, sí reconocieron que cobraban ‘impuestos’ por la entrada de base de coca a la Sierra Nevada de Santa Marta, por la transformación de la base en cristal y por el desplazamiento de las lanchas rápidas en que era transportada a diferentes puntos de la Costa y al exterior.
Llegada a Santa Marta. El Cabezón vino a la Costa Caribe en 1992, huyendo junto a su mamá y hermanos de la violencia en Caldas, luego del homicidio de su papá en la población de Samaná.
Hernán Giraldo, hermano de la madre de Nodier, les prestó una casa en Santa Marta. Poco después el adolescente empezó a involucrarse en las autodefensas comandadas por el tío. Es por ello que en los registros oficiales de víctimas del conflicto, aparece como una de ellas, pues fue reclutado siendo menor de edad.
Sus estudios de bachillerato en el Liceo Celedón los alternaba con las labores de ayudante en un depósito de cerveza en el mercado, lo que en realidad le servía para 'estar pendiente de todo lo que sucedía'. Esa fue su primera posición en las filas del grupo: informante. También empezó a encargarse de la recolección de los víveres que entregaban los comerciantes, según dijo, 'como agradecimiento por la seguridad que prestábamos'.
En 1999 quiso ingresar a la universidad, pero el conflicto del grupo con las autodefensas comandadas por el clan de Adán Rojas se lo impidió. 'Podía perder mi vida ya que por un lado era sobrino de Hernán Giraldo y llevaba ya cuatro años militando en la organización directamente y eso lo sabía mucha gente (...) Por eso me quedé en la parte alta de la Sierra', narró.
Asumió formalmente las riendas financieras del grupo, relevando a Carmen Rincón, alias la Tetona, y organizó las cuentas del grupo ilegal.
En 2002, cuando las AUC doblegaron a Giraldo Serna, las autodefensas campesinas se transformaron en el Frente Resistencia Tayrona. El 60% de la plata que recaudaban pasó a manos de Rodrigo Tovar Pupo, Jorge 40, cabecilla del Bloque Norte que fue extraditado posteriormente junto a Nodier y a su tío. El financiero fue ratificado en el cargo por Tovar.
Pagó por antecedentes. Uno de los sueños de Giraldo Giraldo fue visitar otros países, y logró hacerlo pese a estar tan involucrado en el paramilitarismo.
En las versiones que rindió a la Fiscalía tras su desmovilización detalló que para conseguirlo, a comienzos de 2003 el entonces comandante político del frente, José Gelves Albarracín, alias el Canoso, lo conectó con Rafael García, quien era jefe de sistemas del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, conocido después como el ‘ventilador’ de la parapolítica por su papel en las investigaciones contra el ex director de la entidad, Jorge Noguera, y varios políticos del país.
Aunque Nodier ya había visitado Panamá, anhelaba seguir 'viajando por el mundo'.
'Le comenté (a García) que yo quería salir del país, que si podía revisar en el sistema mi situación jurídica. Tenía una investigación de Interpol por vínculos con el paramilitarismo por lazos familiares con Hernán Giraldo Serna, fue cuando me dijo que yo no podía salir del país con esas investigaciones, pero que si quería él me borraba todo del sistema, que le diera $12 millones. Como mis deseos eran salir de turismo, a los pocos días le hice la entrega en su propia casa por el sector de la 93, por los lados del Chicó, donde se encontraba viviendo el señor García, y así pude salir del país tranquilamente'.
Anduvo de tour por Suramérica. Conoció Brasil, Argentina, Uruguay y Chile. A comienzos de 2004 el recorrido fue por Europa: España, Francia, Suiza, Holanda e Italia.
'Al regresar me encontré de nuevo con el señor García en un restaurante por los lados del parque de la 93, y me comentó que como ya había salido tres veces del país me podían investigar. Fue cuando me propuso que me podía borrar del sistema para que me consiguiera otra identidad. Al ver la situación acepté la propuesta y conseguí la documentación falsa por medio de José Gelvez (tuvo nexos laborales con la Registraduría de Santa Marta)'.
Giraldo Giraldo contó que volvió a pagarle a García, ahora por nuevos antecedentes con una identidad falsa, la de Gian Carlos Ortiz Bedoya. Fueron 18 millones de pesos.
Mas no le fue posible volver a salir porque en enero de 2005 fue capturado García, señalado de haber borrado registros de personas solicitadas por la justicia. Nodier recordó que vio la noticia en un medio de comunicación que además revelaba que una de esas personas era un hombre de confianza de Hernán Giraldo. 'Más abajo salió mi nombre con una orden de captura con fines de extradición. No volví a salir de la montaña hasta que comencé a organizar la desmovilización'.
El frente asumió la denominación de bloque tras separarse de las AUC, precisamente para desmovilizarse. Jorge 40 les dio vía libre para hacerlo.
Fueron 1.167 los hombres del grupo que dejaron las armas para aceptar la propuesta del Gobierno de reincorporarse a la sociedad.
El Cabezón quedó detenido desde entonces, postulado a la Ley de Justicia y Paz, y fue extraditado a Estados Unidos en 2008. Le ha dicho a la Fiscalía que quiere seguir colaborando con la justicia.
Los ‘impuestos’ que cobraban
Dentro de la investigación de la Dirección de la Unidad de Justicia Transicional en Barranquilla aparece consignado, con base en datos de Nodier Giraldo, que en 1998 los narcotraficantes le pagaban al frente $50 millones por cada salida de una lancha con droga desde la Sierra. En 2005 ese valor subió a $300 millones.
En 1999, por la transformación de un kilo de coca el grupo cobraba $50 mil y solo en ese año fueron 5.000 kilos. En 2005 por el mismo kilo se pagaba un ‘gravamen’ de $200.000, y en total movieron 11 mil kilos.
En cuanto a la nómina, las cuentas del frente indican que entre 1999 y 2001 le pagaban a cada patrullero unos $570 mil, además de víveres. Hacia 2004 y 2005, la suma era de $1.200.000. Los de mayor rango tenían mejor ‘remuneración’.