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El nombre de la juez de ejecución de penas y medidas de seguridad de Sincelejo, Lía Dennise Escudero Barboza, está hoy en el centro de una polémica nacional. La funcionaria, que lleva más de 20 años en la Rama Judicial de Sucre, fue quien le ordenó prisión domiciliaria a Bayron Palacio Fernández, el ‘Monstruo’ condenado por violar menores de edad.

Desde hace ocho años, Escudero Barboza ostenta el cargo de juez de ejecución de penas. Antes estuvo cuatro años como juez promiscuo municipal de Sampués y posteriormente fue juez penal del circuito de Sincelejo. Además ha estado vinculada al sindicato y al Colegio de Jueces.

En abril del año anterior Escudero denunció que en Sucre hay 4.000 procesos que están en manos del juzgado que está a su cargo, donde, señaló, labora un reducido personal que no supera los cuatro profesionales: solo dos de ellos abogados, la secretaria y ella.

Este juzgado es el único en Sucre encargado de resolver los permisos, libertades condicionales y por pena cumplida, tutelas, prescripción y extinción de penas y petición de detención domiciliaria.

Según ella era tan alto el cúmulo de procesos que tenía al momento de la entrevista, que había dispuesto cuatro puntos para guardarlos, entre ellos uno de los baños de los juzgados. 'Realmente la carga es bastante grande, la salud de nosotros está en peligro, me han incapacitado en dos ocasiones por estrés laboral', le dijo a EL HERALDO en abril.

Diariamente llegan entre 20 y 50 procesos, pero mensualmente solo resuelven entre 80 y 85. 'Lo ideal es que un juzgado de ejecución de penas manejara no más de 300 procesos, pero en Sucre nunca se ha cumplido', expresó Escudero en ese momento.

Ayer en la mañana la juez reiteró que no se referiría al tema del beneficio concedido a Palacio Fernández.

Así mismo, el presidente de Asonal Judicial en Sucre, Robiro Góez Barragán, opinó que la gestión de Escudero como administradora de justicia ha sido buena. 'Es una persona correcta en sus decisiones, estoy seguro que las actuaciones de ella son de buena fe y metemos la mano por ella porque conocemos e su rectirud, ética y moral'.